“Hay que hablar de pisos turísticos y del modelo de ciudad que queremos”

Las viviendas de uso turístico (VUT), 724 en el segundo semestre de 2022 en Compostela, según el Instituto Galego de Estadística, están estos días en el centro de la polémica, con varias sentencias desfavorables hacia sus propietarios y posturas enfrentadas con el Concello y con varias asociaciones, ocho de ellas agrupadas en la Plataforma por la Regulación de Viviendas Turísticas de Galicia, junto a más de 700 empresas.

Precisamente, una de ellas, la Asociación Galega de Inmobiliarias, que preside Carlos Debasa, quiso explicar que pese a que “el porcentaje que supone el mercado del alquiler en nuestra cuenta de resultados es muy pequeño”, algo que “es evidente para cualquiera, y podríamos haber optado por dar un paso al lado y no implicarnos en este tema, nunca contemplamos esta opción”.

“En nuestra opinión”señala Debasa, “la proliferación de las VUT no es un problema del que se deba hablar desde un plano económico o de cifras de explotación... Tenemos que abordarlo desde el planteamiento del modelo de ciudad que todos queremos y esperamos”.

“Y es por ahí”, añade, ”donde resulta indudable que ningún ciudadano de Compostela estaría contento si su ciudad se convirtiera en un parque temático, con vecinos expulsados de ciertos barrios o directamente a otros Concellos, donde las tiendas y comercios desaparecen, donde la prioridad de atención y confort se centre en quien nos visita 48 horas en lugar de en quien vive, trabaja y cotiza en la ciudad”.

Para Debasa, “el debate es el modelo de ciudad”, afirma rotundo, señalando que “en ese terreno la irrupción de las viviendas de uso turístico esta jugando un papel protagonista”.

El presidente de la Asociación Galega de Inmobiliarias señala que “tenemos casi 1.000 pisos turísticos censados, y en determinadas épocas de temporada alta, si analizamos los buscadores de reservas, la cifra casi se duplicaba con opciones completamente al margen de la ley”, lo que conlleva a su juicio “un peligro a múltiples niveles, sobretodo para consumidores y vecinos”.

Afirma además que “solo con la recepción de las cartas del Concello de Santiago anunciando posibles multas, el número ya se ha reducido”, lo que ha provocado, de forma inmediata “un alivio en unidades disponibles en alquiler de larga duración y una contención en la escalada de precios”.

“Si no se hubieran tomado estas medidas”, dice, “la búsqueda de inmuebles para este curso de estudiantes hubiera sido un drama todavía mayor de lo que ya está siendo para los que necesitan obtener vivienda a última hora”.

MEDIDAS. Satisfechos por las medidas que ha tomado el gobierno, desde la Asociación Galega de Inmobiliarias se muestran “absolutamente empáticos con el momento y con la complejidad que debe acarrear el lidiar con estas medidas de regulación y ordenación en pleno verano por parte de los propietarios VUT, pero” matizan, “la verdad es que son ya muchos meses de anuncios de lo que iba a venir, y para nadie puede haber sido una sorpresa”.

“Hubo tiempo para anticiparse a cualquier problema”, insisten, “y aunque somos conscientes del momento, uno debía ser y ha sido este”.

Carlos Debasa insiste en que “en la ciudad hemos llegado a tener menos de 100 viviendas disponibles”, una situación que califica de “inasumible”, que “genera problemas y estrés de manera dramática a la población”.

“Hablamos de menos de 100 viviendas reales, no solamente las que gestionamos agencias inmobiliarias”, explica el empresario, señalando que “cualquier análisis profesional, pormenorizado y nada partidista lo demuestra, ya que se puede hacer la comprobación en cualquier portal inmobiliario donde habitualmente pueden aparecer censadas sobre 200 unidades disponibles.

“Cuando se eliminan los inmuebles duplicados y triplicados anunciados por diferentes agencias y particulares, y se corrige el número descontando los ya alquilados, pero que continúan anunciándose como disponibles... el resultado lleva ya muchos meses rondando las 100 unidades, y esto es inaceptable”, dice..

“Desde las inmobiliarias hemos vivido en primera persona la migración descontrolada de inmuebles de alquiler tradicional al turístico. Cuando los inquilinos vencían contratos, lo habitual era no volver a incorporar el piso al mercado de larga duración y trasladarlo al circuito turístico”, afirma Debasa, señalando además que “en los últimos años, mucho más de la mitad de los pisos q se encontraban en alquiler de larga duración en Compostela realizaron este camino”.

Por otra parte, Debasa llama la atención sobre el consenso tan amplio que existe sobre este tema. Desde la Plataforma para la Regulación de las Viviendas Turísticas de Galicia, una entidad creada el pasado año y que engloba a más de 700 empresas y a más de 10.000 vecinos de ocho asociaciones de diferente carácter entre representantes vecinales, hosteleros, inmobiliarias y estudiantes Erasmus, se ha comprobado como las adhesiones a este colectivo no han cesado en este tiempo.

“Asociaciones hosteleras, hoteleras, de apartamentos turísticos, la Unión de Consumidores, estudiantes, Universidad, Asociaciones de Vecinos de Compostela, inmobiliarias... todos estamos de acuerdo en una regulación y ordenación para que no sea nuestra ciudad la que se resienta por esta situación”, señala Carlos Debasa, para quien el Concello está teniendo “una actitud valiente y decidida en este asunto”.

“Es la única fórmula de corregir la situación”, afirma convencido el empresario, para quien urge solventar el problema. “Hay que hacerlo con urgencia, antes de convertirnos en una nueva Venecia y que no quede ni rastro de la ciudad que en otro momento vivimos, disfrutamos y amamos”.