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Son muchos los establecimientos de la capital gallega que se sienten desprotegidos ante el incremento del precio de la factura de la luz // En algunos casos calculan que el recibo subirá 100 euros // En el pequeño comercio, muy castigado por la pandemia, señalan que es otro golpe más a sus negocios TEXTO Paloma Campos

Incapaces de escapar al ‘tarifazo’

Ya ha comenzado a llegar a muchos hogares la nueva factura de la luz, con subidas en el precio final de en torno a un 30 %. Además, los usuarios inciden en que el nuevo modelo de factura es mucho más complejo, dado que se incorporan nuevos parámetros para calcular el precio final. En el recibo del mes de junio solo se incluyen unos días de consumo con las nuevas tarifas.

En este sentido, son muchos los pequeños negocios que se sienten desprotegidos ante la nueva tarifa eléctrica que entró en vigor este mes de junio. La Tarifa 2.0TD, que tiene como objetivo premiar el ahorro de energía y el autoconsumo, perjudica a hoteles, restaurantes, peluquerías o lavanderías, que son incapaces de adaptarse a la discriminación horaria propuesta. Estiman que cuando empiecen a llegar las facturas completas la subida será del 30 o 40 %.

“Calculamos que la tarifa eléctrica subirá al menos unos 100 euros al mes”, señala Manuel González, gerente de Coin Laundry, una lavandería de autoservicio en Santiago. Con los cambios llevados a cabo, las potencias contratadas deberán ser ascendentes, es decir, la potencia del segundo periodo siempre deberá ser igual o superior a la del primer periodo, pero nunca inferior. Por ello, la lavandería ha de poner los 30 KW por la noche, siendo esta la máxima cuando antes se ponía la mínima. “Hasta ahora bajábamos la potencia al mínimo por la noche, pero ahora que es ascendente debemos ponerla al máximo en el horario más caro”, añade el responsable de esta lavandería.

Asimismo, en cuanto al tramo horario establecido, González relata que no pueden adaptarse ni cambiar el uso de los aparatos a las horas valle, ya que su apertura y cierre es de 8.30 a 10.30 horas, lo que coincide de lleno con las horas puntas. Aún así, Manuel aguarda al tarifazo de un mes completo para decidir qué medidas tomará. “En pocos días lo sabremos, empresas como Endesa o Iberdrola ya nos están ofreciendo precios nuevos que tendremos que valorar antes de implementar cambios”, destaca el gerente de Coin Laundry.

Igualmente, Fátima González y Paula Iglesias, copropietarias de la peluquería Ensoños, situada en la avenida de Rosalía de Castro, afirman que la incertidumbre es total. “De momento no hemos podido tomar ninguna medida en cuanto al uso de aparatos eléctricos ya que dependemos de ellos al 100 %, desde encender la máquina de cera en cuanto una mujer entra por la puerta, hasta los esterilizadores que tenemos que enchufar por la situación del COVID”, señala Fátima.

En este sentido, son muchos los pequeños negocios que se ven desamparados ante la discriminación horaria, y apuntan que no se ha tenido en cuenta sus horarios de apertura y la imposibilidad que tienen para dejar de usar aparatos eléctricos. “Al final la única opción para ahorrar luz será soplar a las clientas en vez de utilizar un secador”, bromean en la peluquería Ensoños, donde sí han movido ficha para encarar mejor el tarifazo: “Nos cambiamos de Naturgy a Iberdrola porque, dentro de los horarios establecidos, nos ofrecían un precio medio y más barato por el día y el más caro por la noche a partir de las 22.00 horas”, indica Fátima González.

En cualquier caso, y a pesar de esta medida preventiva que ha tomado la peluquería, saben que la factura será mucho más alta que hace unos meses. “Somos un sector muy golpeado, primero con la decisión de subir el IVA del 10 al 21 % y ahora con la subida de la tarifa de la luz”, destacan en esta peluquería de la capital gallega.

Igualmente, otro sector muy castigado es el de hostelería. “Tendremos que adaptarnos poco a poco al nuevo escenario, si bien el incremento en el precio de la luz será de en torno a un 30 por ciento”, indica José Rumbo, propietario del restaurante Pasaje, situado en la rúa do Franco, en pleno casco histórico de Santiago.

01 jul 2021 / 01:00
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