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Isabel Pérez Dobarro, pianismo en clave femenina

La pianista Isabel Pérez Dobarro fue convidada recientemente como Visiting Professor de la London Performing Ac. of Music (Londres), confirmando su trayectoria concertísita que la llevó al Stern Auditorium, del Carnegie Hall, al Dimenna Center Steinway Hall; al Princetown Playhouse o al Frederick Loewe Theater, para presentarse también en la Sala Rachmaninov (Conservatorio Tchaikovski, de Moscú) ; el Teatro Colón (Buenos Aires), la Sala Arturo Benedetti-Michelangeli (Bolzano) y en los grandes coliseos de nuestro país o entidades como el museo Thyssen Bornemisza y la Fundación Juan Mach. Ganó premios de élite, como un segundo del American Protegé Int. Competition; el tercero del Grand Prize In. Virtuoso Competition y primeros como los de Cidade de Fundâo, Ciutat de Berga, a los que se añade su colaboración en otros certámenes.

Es labor preferente la recuperación de obras de compositoras actuales a la par de otras por descubrir. Fue invitada a ofrecer una ponencia sobre Clara Schumann, en la Women Now Conference, ganando el New York Composers Seed Grant Prize, para la realización del proyecto Women in Music. Impartió masterclasses en el Festival de Morelia, con profesores de la Juilliard School y en el Curtis Institute, que se compaginan con conferencias y actos de relieve, desde el High Level Thematic Debate on the Sustainable Developement Goals a las Winter y Summer Youth Assamblies.

Con su primer concierto en el Curso de Música en Compostela en el recuerdo, en el que dio a conocer la obra de Octavio Vázquez Guernika, junto a algunos de sus Preludios para piano, sesión en la Capilla del Hostal de los Reyes Católicos, Isabel cuenta que “se había tocado ya en Estados Unidos y, para el caso, resultó un monográfico siguiendo a los que se han hecho de otros compositores en Música en Compostela de los que escuché otros monográficos, Montsalvatge, Carmelo Bernaola, y que sigue con compositores de una generación más joven”.

“Pero creo”, añade, “que es importante que el curso sirva para dar este espacio a músicos actuales, que permita escuchar sus obras aquí en España. Es la recuperación de Soler, de Albéniz, de Granados o Falla y muchas obras se estrenaron aquí, como la Música callada, de Mompou, que entonces eran contemporáneas, porque era lo que se hacía. Se trataba de que la música siguiese viva a través de la promoción de la música contemporánea. Octavio representa a estos compositores gallegos que estamos teniendo carrera a nivel internacional”.

Y, añade, “Octavio me dedicó recientemente Galician Fancy; él mezcla su lenguaje contemporáneo con la tradición”.

Pero hay otros compositores gallegos en su órbita. “Toqué mucho a Eduardo Soutullo, del que hice obras en el Festival Composers Now. También la Fantasía sobre un tema popular de Juan Durán, de Margarita Viso, a la que escuchamos en el concierto del otro día; Carmen Rodríguez, a la que descubrí en Segovia en el Concurso María de Pablos y que resultó premiada y que veo su posibilidad de futuro por las dotes que muestra”.

“Es importante que haya estos espacios”, dice, “por eso le encargué la obra Alalá das Paisaxes Verticais, escuchada el viernes, y me parece una música muy visual, técnicamente muy completa. Fernando Buide, Aaron Siebert en esta intención de interactuar con ellos por lo que tiene de enriquecedor”.

En cuanto a los compositores veteranos, la pianista habla de su interés por Rogelio Groba, adelantando que “conozco mucho su obra y hay un proyecto de tocar con la Orquesta de Cámara Galega”. Y, de los históricos, recuerda que “toqué mucho a Marcial del Adalid, Eugenia de Österberger- compostelana ilustre-, y su obra para piano es muy interesante; los lieder, las canciones... son excepcionales. Obviamente Pepito Arriola; Carmen Díez, grandísima pedagoga y también pianista, de quien toqué alguna obra. Mi interés por la música gallega es enorme y parte de mi misión como artista”.

DISCOS. Pérez Dobarro también habla de su trabajo en el Año Pauline Viardot. “Destaqué su obra vocal en particular y alguna de piano que toqué en varios conciertos, en el Instituto Francés de Madrid, en Sevilla, en Málaga... y editamos el disco con las canciones, la gran mayoría de ellas inéditas y era la primera vez que se grababan”.

“Participaron la mezzo Anna Tonna y la soprano Corina Feldkamp, ambas ex alumnas de Música en Compostela”, comenta, “y Patricia Kleiman, que fue la musicóloga que nos asesoró y nos parecía más importante ponerla en la portada del CD”.

“Fue seleccionado por la revista Metropolitan de Nueva York, entre otras joyas como Netrebko; también Melómano de Oro y estamos en la lucha por los Latin Grammy”, dice, añadiendo que “Viardot iba a ser pianista y fue alumna de Liszt, pero la muerte de su hermana María Malibrán, precipitó los acontecimientos y así se convirtió en cantante. La Callas del Siglo XIX y un ejemplo de la genialidad de la familia García. Los Viardot destacaron por sus ambiciones culturales, promoviendo todo tipo de proyectos y la familia García llevó por primera vez la ópera a los Estados Unidos”.

Sobre la reciente experiencia de grabar el Concierto para piano Op. 7, de Clara Schumann, reconoce que “tuve la suerte de tocarlo en el Palau de la Música de Barcelona, y también de que se grabase. En un registro que va a salir próximamente, e incluiré la obra de Mariana Martínez, el Concierto en Sol Mayor. Lo dirigió Claudia Dubé, una chica con un talento extraordinario, y lo toqué en Pontevedra con la Orquesta Bética de Cámara; en Sevilla, con la Orquesta de Talavera con Beatriz Gutiérrez”.

“Es una obra que tocaré varias veces este año”, comenta. “Un concierto de juventud, pero se veía lo gran virtuosa que era y las innovaciones formales que propone. También hay detalles que encontramos en Brahms. Su vida fue realmente compleja, como es sabido”, y añade que “entre Clara Schumann y Pauline Viardot hubo una relación de amistad, aunque partiendo de las profundas diferencias del carácter de cada una de ellas”.

Isabel, que acaba de participar en Música en Compostela, habla al respecto de que fue un concierto con muchos puntos en común con el que ofreció en la Fundación Juan March de Madrid. “Se trata de un repertorio que estoy moviendo mucho, en el que he llegado a unir distintas estéticas y que trata de mostrar el eclecticismo de las tendencias actuales, la diversidad que se está dando hoy en día, un tema tan variado como es la propia variedad”.

“Cada una es realmente muy diferente y las variedades estilísticas se pueden mover con facilidad”, relata. “Destaca la conexión entre música y literatura, presente en muchas de las obras: en Ana Isabel Vázquez Silva, por la referencia a Castelao en Os vellos non deben namorarse; en María Dopico, la figura de María Balteira; en el caso de Consuelo Díez Fernández, por Sein und Zeit, por Heidegger; en el caso de Sansueña, Cervantes...”.

Y es que, explica la pianista, “estas relaciones entre literatura y música son un primer planteamiento. Luego se fueron añadiendo otras obras a través del conocimiento de las obras de las escritoras, intentando crear este caleidoscopio”. Por otra parte, recuerda, “a todas las compositoras las conocía ya, como es el caso de Sonia Megías. Luego Mercedes Zavala y Consuelo Díez Fernández en el programa Women in Music, y así sucesivamente”.

14 ago 2022 / 01:00
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