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En el Sar y Sarela estos días se han dejado ver familias de estas aves, tras la retirada de vegetación en ambos cauces // Cormoranes, garzas y nutrias son otros animales no domésticos que en ocasiones habitan en las zonas verdes// En el auditorio hay muchos ejemplares de ocas y gansos TEXTO Sandra Cuiña

La limpieza gusta a los patos salvajes

Los patos, las ocas y los gansos de los estanques de la Alameda y el Auditorio de Galicia tienen sus incondicionales, mayores y niños, que a diario acuden a lanzarles su correspondientes miguitas de pan que, en ocasiones, provocan más de una disputa entre ellos para hacerse con el último trozo.

Y es que los compostelanos están habituados desde hace muchos años a ver este tipo de aves domésticas en la Alameda, que después de unos años de abandono tras el gobierno de CA, poco a poco va recuperando su antiguo esplendor. Lo que es más raro es disfrutar del avistamiento de patos salvajes en pleno casco histórico, como sucedió recientemente en el cauce del río Sar, a su paso por el barrio de mismo nombre y también en la zona del Carmen de Abaixo, en el Sarela. Hace unos meses, los cauces de ambos ríos, que estaban cubiertos por un espeso manto vegetal se limpiaron, lo que ha atraído a estos animales salvajes, que llevaban mucho tiempo sin dejarse ver en Compostela.

Fuentes expertas del Concello de Santiago explicaron a EL CORREO GALLEGO que si este tipo de aves encuentran un entorno en el que se sienten cómodas y con alimento, incluso pueden quedarse un tiempo en la zona. Eso es lo que ocurrió hace un año con un cormorán que se afincó en el lago del Auditorio, donde era habitual verlo pescar.

Lo mismo sucede con las garzas que hace unos años se pudieron ver en las Brañas de Sar, e incluso un ejemplar que se estableció durante un tiempo en la Alameda.

Otras especies no domésticas que tienen aparecido en los parques de la capital gallega son el ánade real, el pato cuchara o las fochas, que crían en la laguna de Cornes o las gaviotas. Asimismo, en el lago del Auditorio también hubo, en alguna ocasión, un habitante menos amistoso que causó más de un disgusto a los patos: una nutria.

Se trata de animales que realizan un recorrido muy grande, de varios kilómetros, y que alguna vez recalaron en este punto y fueron los causantes de algún accidente con los patos domésticos del lago.

Además, en ocasiones en las zonas verdes de Santiago aparecen especies exóticas o domésticas, que escapan de casas o que cuando crecen son abandonadas por sus dueños y buscan un lugar relativamente seguro para vivir.

UN GALLO EN EL CENTRO DE SANTIAGO. De hecho, hace años el estanque de la Alameda contó con unos inquilinos un tanto peculiares y más propios de las zonas rurales que de un parque urbano. Un gallo y varias gallinas que, misteriosamente, fueron desapareciendo de manera progresiva del lugar.

También es habitual ver nidos de aves salvajes con polluelos en los entornos urbanos, pero los expertos alertan de que aunque se vea a los polluelos solos, no se retiren los nidos, porque sus madres, probablemente, estarán muy cerca de ellos, esperando a que los humanos se marchen, para ver a sus crías. Explican que es mucho mejor que su madre los alimente, que se tenga que hacer en un refugio de animales o un centro de aves.

10 oct 2020 / 00:05
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