“La música barroca y el pop de los Beatles comparten sencillez”

Jonathan Cohen (Manchester, 1977) es un sol que como buen inglés sabe, igual que nosotros, que el invierno es largo y el verano una ventana al fondo. Director de prestigio internacional en la música barroca, hoy se estrena al frente de ese patrimonio cultural que es la Real Filharmonía de Galicia.

Un programa barroco y clásico hilará el concierto del Auditorio, titulado Paisaje barroco, en torno al cual este talento británico de mirada pícara propia del cine de Loach, habla con una cercanía que enamora tanto como a él “los pimientos de Padrón” (lo único que sabe en perfecto castellano).

Hoy va a dirigir a la Real Filharmonía en el Auditorio de Galicia (20:30 h.; entradas a 15 euros) y mañana en Vigo (Teatro Afundación, 20 h., 6 euros) con obras importantes dentro del mundo barroco “porque esta orquesta se adapta muy bien a este tipo de repertorio”.

Asume un repertorio con obras de Vivaldi, Bach, Händel. Locatelli, o Haydn, entre otros, “un programa con criterios historicistas”, dice Sabela García Fonte, directora técnica de la Real Filharmonía. Ella y el responsable de Prensa: Alberto Rivera, hacen que Jonathan hable como si estuviera en su casa, que lo está.

Será un concerto grosso, un formato “donde hay parte una parte del repertorio protagonizada por los solistas y otra con la orquesta. Es un modo mejor de expresar todo lo que una orquesta puede ofrecer porque tienen que trabajar más como equipo y al tiempo da a cada uno de los solistas mucha oportunidad de brillar en sus solos”.

Es el primer viaje de Jonathan Cohen a Galicia.

“Aparte de la fama de Santiago, la Catedral y su casco histórico, conozco el vino gallego y los pimientos de Padrón gracias a visitar a mis amigos de Madrid y el sur de España”, revela mientras le explicamos que no es temporada del famoso manjar gallego, motivo extra para que regrese con otra próxima aventura musical, a lo que él sonríe.

¿Y a que le suena Galicia?

“Galicia me hace pensar en un paisaje de lluvia y fuertes vientos pero para pensar en esta tierra como música necesitaría volver más adelante, tener más experiencias y reflexionar sobre las peregrinaciones que se hacen hacia Santiago”.

Retomemos al concierto de hoy en Compostela y mañana en Vigo.

“Son buenas citas para aquellas personas a quienes les gustan los conciertos dinámicos, donde los músicos se expresan mucho”.

¿Son de música feliz?, pregunto al escucharle frasear tan sonriente.

“Decir de música feliz sería decirlo de forma demasiado simple porque este concierto con la Real Filharmonía es un concierto con música virtuosa, con muchas danzas, muchas emociones, a veces alegre, otras no... Hay mucha energía”.

Jonathan Cohen es optimista al hablar de la salud de la clásica.

“Hay mucha gente interesada en la música clásica, aunque haya mucha gente interesada en otras muchas cosas... Creo que es importante hacer un relato positivo a la hora de hablar de música clásica, contar que es música abierta al mundo, una música que debemos abordar conectando con el orgullo de la gente, con la historia y la cultura y explicar por qué la música y la historia es algo relevante. Hemos de explicar más y mejor por qué un edificio como la Catedral de Santiago es mucho más que un edificio, por poner un ejemplo. Debemos dejar claro que tenemos una historia y es conveniente trabajar para que el público la sienta cercana”.

“Hay muchos tipos de música clásica, de hecho, durante un periodo muy amplio de tiempo, dentro de ese campo había mucha música popular en su época”.

Aludiendo al pop rock y su nexo puntual con la clásica, él es didáctico y revelador: “Los Beatles podrían estar muy cercanos a la música barroca porque su música es muy simple, ambas comparten sencillez... El pop, como el barroco, parte de algo escrito y luego se hacen por encima improvisaciones”.

Y al acabar, Jonathan piropea a Jorge Jiménez, violinista que es parte de los solistas de este doble concierto y quien tercia así: “Todo lo que reste elitismo a la música clásica es bueno, sea pop o marionetas”.

Lo dicho. ¡Música maestro!