La rápida reacción permitió una recogida de residuos óptima a pesar del sabotaje
La Policía investiga quién cortó los cables de siete vehículos del servicio en plena Ascensión // Tres pudieron ser ya reparados
El Cuerpo Nacional de Policía investiga el sabotaje ocurrido la noche de este miércoles en la nave que la empresa concesionaria del servicio de limpieza del Concello de Santiago, Urbaser, tiene en el Polígono del Tambre. Cortaron los circuitos de aire y el cableado eléctrico de varios vehículos de recogida de basura. Son cortes limpios, realizados, según el parte de la Policía Local, “con un objeto cortante”. A pesar de que hubo siete vehículos afectados, pudo llevarse a cabo el servicio de recogida de basura. En principio salieron cinco camiones que no estaban dañados: tres de carga lateral y dos de carga trasera.
La concejala de Medio Ambiente, Mila Castro, agradeció en nombre del Concello la implicación de la empresa Urbaser y el trabajo de los operarios que estuvieron toda la noche, hasta altas horas de la madrugada, reparando los vehículos saboteados. Tres de estos camiones pudieron realizar el servicio.
“Afortunadamente, el servicio ya está operativo, y la ciudad amaneció limpia, aunque hay dos vehículos que no se pudieron reparar”, comentó la concejala. Tanto Mila Castro como el concejal de Seguridad Ciudadana, Gonzalo Muíños, se trasladaron al lugar de los hechos, donde estuvieron varias horas hasta que comprobaron que se podía llevar a cabo la prestación del servicio de recogida de basura en la ciudad.
La concejala señaló que este tipo de actos vandálicos a quien más afectan es al propio vecindario. Aclaró que se trata de un sabotaje intencionado, realizado en un momento muy importante para Santiago, en plenas fiestas de la Ascensión, “sabiendo el daño que hacen, en una noche de gran afluencia de gente por las calles y de gran actividad hostelera”. “Un delito”, indicó, especialmente grave por su intencionalidad: dejar a la ciudadanía sin servicio de recogida de basura en plenas Fiestas de la Ascensión.
Este intento de sabotaje también se trasladó a la planta de residuos de Formarís, donde un operario detectó clavos colocados con la supuesta intencionalidad de pinchar las ruedas de los vehículos cuando fueran a descargar y inutilizarlos. Afortunadamente pudieron retirarse sin que ningún camión resultara afectado.