La salvación de leprosos y paganos

en estos tiempos QUE CORREN, es preciso protegerse para no contraer el Covid 19. En otros momentos de la historia, el problema de la falta de salud se declaraba, entre otras cosas, en la enfermedad de la lepra, de modo que, para afrontarla, se crearon los lazaretos. Estos tomaron el nombre de la parábola del Rico Epulón y el pobre Lázaro, a quien los perros lamían las llagas.... Asimismo, en Israel se tenía la idea de que la salvación estaba destinada a los miembros del pueblo, constituyendo las denominadas naciones el mundo gentil, pagano, enemigo de los creyentes.

La 1ª lectura de la Misa de esta tarde y de mañana, presenta al sirio Naamán, que tenía lepra, yendo a donde el profeta Eliseo, que le mandó bañarse siete veces en el río Jordán, hasta que su piel quedó limpia y sana. Al ver Naamán lo que le había sucedido, le pidió a Eliseo el poder llevar un buen lote de tierra de Israel para Siria, de modo que en el futuro ofreciera sobre ella holocaustos y sacrificios al Dios vivo, en quien creía Israel.

San Lucas nos ofrece el relato de la curación de diez leprosos, que hizo Jesús, al pedírselo ellos. El Maestro les dice que vayan a presentarse a los sacerdotes, para que certifiquen su curación. Al ir camino de Jerusalén, se sienten curados. Entonces uno de ellos vuelve para dar gloria a Dios. Era un samaritano. Jesús alaba a este extranjero, del grupo de los cismáticos, que es el único que vuelve para dar gracias a Dios.

San Pablo pide a Timoteo que haga memoria de Jesucristo resucitado, por quien él lleva cadenas, como si fuera un malhechor. Eso lo ofrece el Apóstol por todas las gentes, llamadas a seguir a Jesucristo, para que también ellos alcancen la salvación lograda por Jesús con la gloria eterna.