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Costa do Vedor, As Trompas y Os Pexigos son algunos ejemplos significativos de las innumerables zonas empinadas que se recogen en Compostela TEXTO Jacobo Táboas

Las mejores cuestas para ‘alpinistas del asfalto’

Costa do Vedor, Aturuxo, Trompas, Os Pexigos, Castrón Douro... Son solo algunos ejemplos significativos de las innumerables zonas empinadas que se cuentan en la capital gallega. Tan solo es necesario dar un paseo por casi cualquier punto de la ciudad para comprobar cómo la ciudad se inclina de forma notable. Castrón Douro, por ejemplo, y si bien la remodelación de esta calle ha suavizado la pendiente, sigue siendo una prueba exigente para aquellos que cada día se acercan al Mercado por ella. No obstante, sí que se nota el cambio en el pavimento, dado que la superficie actual es mucho más amable para el caminante que el adoquín machacado que tantos años presidió el segmento que forman Castrón Douro y Patio de Madres. Además, las aceras, mucho más anchas, permiten al peatón pasear con mucha mayor tranquilidad que en el pasado. Eso sí, tal y como afirman muchos vecinos que residen en esta zona de la ciudad, se echa de menos una zona arbolada que ayudase a mitigar las altas temperaturas que se registran en muchas jornadas de verano.

Muy cerca de este punto, en el parque de Belvís, una de las zonas verdes más atractivas de la ciudad, también predominan pendientes de un nivel más que considerable, que sirven de conexión con el Convento de Belvís y el Seminario Menor. No obstante, el esfuerzo merece la pena, dado que el marco es incomparable y un lugar perfecto para pasear y de desconexión con el bullicio del centro de la ciudad. El parque de Belvís se extiende por una vaguada alargada formada por prados por los que corre un pequeño arroyo. “Los muros, los bancales del terreno y las vías históricas, como el pintoresco callejón de As Trompas, se respetaron en el proyecto de este vacío constructivo verde que separa, y a la vez relaciona, el recinto histórico con las grandes edificaciones del Convento de Belvís y del Seminario Menor, constituyendo una especie de foso natural de la ciudad medieval”, destacan desde Turismo de Santiago. Además, desde su parte más alta se disfruta de vistas singulares de toda la ciudad.

Otro de los puertos de categoría especial que se enumeran en las calles de la capital gallega se sitúa en la rúa das Trompas, muy utilizada, además de por los vecinos de esta zona, por los escolares de los colegios situados en Virxe da Cerca y por aquellos que suelen estacionar en el parquin público de Belvís. Llama la atención el reducido tamaño de las aceras y el mal estado de la barandilla que protege de los coches. En esta misma zona de la ciudad, Os Pexigos también son una prueba exigente para aquellos que se pierden entres sus calles.

Y para aquellos que quieran continuar la escalada en otros puntos de la ciudad recomendamos Costa do Vedor, el Alpe d’Huez de Santiago, cuyo notable desnivel y considerable longitud la convierte en una de las cuestas por excelencia de la capital gallega. Conecta la zona de las avenidas de Lugo y de Quiroga Palacios con la rúa de San Pedro. Hasta aquí solo algunos ejemplos de los lugares que forman la ciudad inclinada, pero que apenas son una pequeña muestra de los muchísimas cuestas que se recogen en Compostela.

De la Escalinata do Aturuxo al ascensor que evita una pared de 60 escalones

Santiago. Además de innumerables cuestas de categoría especial, en Santiago también destacan varios grupos de escaleras que suponen una prueba de esfuerzo para aquellos que las suben. Las de Triacastela, una pared con 60 escalones que desde hace más de 40 años sirve de conexión entre el segmento que forman la avenida de Lugo y el barrio de Fontiñas y el centro de Santiago, se salvaron con la instalación de un ascensor que comenzó a funcionar en abril del año pasado. El elevador permite salvar el desnivel de más de 12 metros existente entre la rúa Triacastela y la de Os Concheiros, dos zonas que hasta su colocación solo estaban conectadas por unas escaleras. El ascensor tiene capacidad para 16 personas, y está diseñado para que pueda ser utilizado también con camillas. La caja está alineada con las edificaciones situadas frente a la avenida de Lugo, y en la parte superior se conecta con Concheiros a través de una pasarela acristalada. Funciona de 7.00 a 23.00 horas y tiene videovigilancia.

En este apartado también merece mención especial la Escalinata do Aturuxo, en las inmediaciones de la estación de autobuses, que conecta la rúa do Home Santo con la zona de San Caetano.

Muy cerca de este punto de la ciudad, en el entorno de la rúa de San Pedro, también destacan las escaleras situadas en la rúa Carricova, que dan acceso a la zona de Bonaval. Asimismo, en este apartado también cabe señalar la escalera une la calle Ramón María con la rúa do Tambre y las escalinatas de la estación de tren y de la Alameda, en el entorno del Campus Sur de la USC. En definitiva, todas ellas configuran un tour en forma de escalera. J. T.

27 jul 2020 / 00:00
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