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Muíños defiende que el mal de los buses tartana se debe también a gobiernos previos

El concejal de Movilidad pone en valor su gestión y pide a Verea que renuncie a su sueldo de “case 60.000 euros” como deputado

La situación de los autobuses urbanos de Santiago está dando que hablar en estas últimas semanas. Mientras se espera por la nueva licitación, que previsiblemente se lanzará, tras muchas idas y venidas, en enero de 2023, los continuos fallos en la flota compostelana están provocando un cruce de declaraciones entre los distintos partidos políticos. Entre los dardos lanzados a Raxoi por este servicio, el concejal de Movilidad, Gonzalo Muíños, está en la diana de muchos, por lo que ha querido salir al paso de todas las acusaciones para defender su trabajo.

“Os mesmos que deixaron o tempo correr, pretenden sacarlle proveito politicamente”, remarcó el edil, en relación a la declaración de Borja Verea, candidato a la alcaldía del Partido Popular de Santiago para las próximas elecciones, pidiendo su dimisión.

“Fala de buses de dezaseis anos, pero se bota contas, un autobús que agora ten dezaseis anos, cando gobernaba o PP xa tiña cumpridos os nove, e o goberno do PP non renovou ningún autobús desde o 2012”, critica.

Por ello, reitera, la problemática actual, con dos autocares que ardieron en el último mes, así como las múltiples incidencias que se constatan semanalmente, parten de la desidia de gobiernos anteriores. “Daqueles barros, estes lodos”, sentencia. Asimismo, aprovechó la ocasión, en sus declaraciones, para lanzar una reprimenda a Verea, por su condición actual de parlamentario. “É síntoma de moi pouca ética de alguén que se candidata para ser alcalde (en relación a pedir una comisión de investigación y su dimisión). Debería empezar a dar exemplo e presentar a súa dimisión como parlamentario ou renunciar ao salario (“case 60.000 euros”) que percibe, por un traballo que é público e notorio que non realiza”, al tiempo que le pide que asuma también la culpa que tienen los populares de actual situación.

Por último, Muíños lamentó que la solicitud de una comisión de investigación venga motivada “pola mesma persoa que vetou unha investigación sobre o ocurrido nas residencias de maiores no 2020 durante a pandemia”.

RETRASO EN LOS PLIEGOS. Como es bien sabido, el contrato de autobuses urbanos se mantiene prorrogado desde la legislatura pasada, cuando caducó el concurso, convirtiéndose así en un lastre para Raxoi que todavía perdura. Aunque muchas veces estuvo cerca de lanzarse la nueva convocatoria, lo cierto es que se fue demorando, con el consiguiente “problema” de entre en el marco de las renovadas normativas europeas, que obligan a que toda la flota sea con energías limpias.

“Os pregos para sacar adiante este contrato freáronse ata en tres ocasións. Primeiro, debido á pandemia e o impacto que tivo no número de usuarios; e despois á trasposición dunha normativa europea que obriga a que todos os vehículos sexan de baixas emisións e incrementa o número de autobuses de emisións 0”, defiende el edil.

En este sentido, cada unidad multiplicará su coste por dos (un modelo tradicional tiene un coste de 280.000 euros, un híbrido de 330.000 y un eléctrico de más de 500.000 euros), de ahí que se esté tardando tanto en que vea la luz. Además, la flota se aumentará en doce buses más, con el consiguiente incremento del valor económico total.

Según reitera el concejal, los pliegos iniciales planteados por Raxoi contemplaban una mezcla híbrida de autocares, pero con los cambios marcados desde la Unión Europea, se produjo un desfase económico que obligó a “refacer os estudos económicos”, para encajarlo en la financiación municipal.

“Agora, ese novo prego adaptado ás directrices europeas está no último dos chanzos da súa tramitación e a convocatoria do novo concurso realizarase de xeito inmediato”, destacó, aunque la puesta en marcha de la nueva flota aún tendrá que esperar, ya que la tramitación llevará su tiempo y la implantación de los buses modernos, todavía más.

En todo caso, la flota moderna tendrá que estar completamente implantada antes de 2030, tal y como marcan las disposiciones europeas. Mientras tanto, para evitar los continuos fallos en los autobuses tartana, el último de ellos, comunicado por un usuario a través de su perfil de Twitter, ayer mismo en San Marcos, en la misma línea que citó el alcalde Xosé A. Sánchez Bugallo, el gobierno local está buscando posibles fórmulas para mejorar el servicio.

Tanto el alcalde como el concejal, aseguran que Raxoi está “abierto a todas las hipótesis” y que “en este momento” la solución “más idónea” sería la de alquilar autobuses, pero el mercado ofrece vehículos “con cierta antigüedad”. Por otro lado, ha planteado la posibilidad de adquirir buses nuevos en régimen de leasing, “pero son muy caros, carísimos, y no se nos facilitarían antes del verano”.

En cualquier caso, concluye Muíños, “o transporte colectivo é completamente seguro: todos teñen a súa ITV pasada, son revisados cada seis meses e ao remate de cada xornada”.

09 nov 2022 / 01:00
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