Nuevas aglomeraciones de gente en el exterior de dos locales nocturnos
La del viernes fue una madrugada más tranquila que la del jueves en Compostela, según confirmó a este rotativo el concejal de Seguridad Ciudadana, Gonzalo Muíños. Así, los agentes de la Policía Local tuvieron que dispersar grupos numerosos de gente a las puertas de un local en el casco histórico y de una discoteca en la calle Curros Enríquez, cuyas entradas en la reventa llegaron a alcanzar los cien euros.
Además, los efectivos municipales acudieron a dos fiestas que se estaban celebrando en pisos.
Las calles de vinos del casco histórico gozaron de un gran ambiente. Zonas como A Raíña y O Franco tuvieron las mesas de sus terrazas al completo, puesto que tanto los compostelanos, como los visitantes y peregrinos, se animaron a disfrutar de la hostelería y gastronomía de la capital gallega. redacción