Nuevo intento de juzgar a la mafia búlgara: cambiaba heroína por coca en el centro de Santiago
Tres de los cuatro acusados ya dieron plantón al Tribunal en otras ocasiones // Solo acudió el capo Ivan Torodov, el único con DNI español
Los juzgados de Fontiñas realizarán hoy un nuevo intento para juzgar a la mafia búlgara que utilizaba Santiago para intercambiar heroína por coca. Los cuatro acusados: Filip Pepegoi, Georgi Ivanov, Miroslaw Silitov e Ivan Haralmpiev Torodov ya fueron citados hace un año para sentarse en el banquillo, pero solo el último, cabecilla del clan, se personó, quizás porque se trata del único que tiene documento nacional de identidad español. Los otros tres investigados no comparecieron ante la autoridad judicial y, por lo tanto, la sesión acabó por suspenderse.
Hoy están de nuevo llamados a declarar en Fontiñas por unos hechos que se remontan a 2012. A Todorov, de 44 años, se le considera como uno de los cabecillas de la mafia búlgara que operaba en España y se enfrenta a una petición de pena de trece años de cárcel y una multa de 40 millones de euros; mientras que para cada uno de los tres acusados restantes el Ministerio Fiscal reclama una decena de años y diez millones.
Ivan Haralmpiev, que residía en la localidad madrileña de Alcorcón, donde regentaba diversos negocios como locales de ocio o empresas de mudanzas y transportes, viajó en varias ocasiones a Santiago para contactar con traficantes arousanos y establecer con ellos un doble canal: él les proveía de heroína para su distribución en nuestra comunidad y Portugal y se llevaba cocaína con la intención de venderla a grupos mafiosos que operan en Alemania y otros países del centro y norte de Europa.
El capo búlgaro (y sus protectores) contaba con la infraestructura necesaria y capacidad económica suficiente para acometer su trabajo. Lo que no sabía es que sus actividades ilícitas estaban siendo investigadas por agentes de la Udyco de la Policía Nacional que habían puesto en marcha la llamada operación Bulcan.
El 24 de febrero de 2013 la policía interceptó en Santiago un camión con matrícula checa. Lo habían dejado Georgi Ivanov y Filip Pepegoy que se alojaban en un céntrico hotel donde habían estacionado un vehículo modelo Passat, en cuyo interior portaban una bolsa conteniendo diversos fajos de billetes de 100, 50, 20, 10 y 5 euros, con una cantidad total de 1.845.000 euros.
“El origen de esta cantidad”, según el fiscal, “procedía de la venta de drogas y su destino final era la adquisición de otras cantidades de droga para proceder a su distribución”. Ivan Haralmpiev Todorov también se alojaba en la capital gallega y él era quien debía acudir a la cita con los proveedores de la cocaína. Al enterarse de la detención de sus colegas supo que algo iba mal y desapareció.
Como en ese momento a ninguno se les encontró droga los dos apresados fueron puestos en libertad y regresaron a Alcorcón, lugar donde residía Todorov. Unos días después, el 3 de abril, según el fiscal, “los cuatro acusados habían alquilado habitaciones de hotel y vehículos con los que desplazarse y escoltar al camión Scania con matrícula checa con su remolque, A las 21.45 horas, Todorov entregó a Pepegoy una maleta tipo troley y procedieron discretamente a cargar el camión con 47 envoltorios con un peso total de 46,898 Kg de cocaína con una pureza de 73,90 por 100, con un precio de venta al por mayor de 1.856.475,50, con precio de venta al menor de 4.860.318,89 euros y de venta final por dosis de 7.658.476,07 euros”.
Al día siguiente los tres miembros del grupo, uno en el camión y los otros dos en coche de apoyo, salieron hacia la frontera francesa y fueron detenidos en La Junquera con la droga en el camión, según el escrito de acusación, que tendría un valor en el mercado de más de siete millones y medio de euros.