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El nuevo presidente del Cabildo juró el cargo en presencia del arzobispo y sus compañeros capitulares // Reconocimiento a Segundo Pérez por su labor en la Catedral

Ofrecer una buena acogida al peregrino, la prioridad del deán Fernández Lago

José Fernández Lago ya es deán de la Catedral de Santiago. El hasta ahora canónigo lectoral, también decano de los capitulares, con 42 años al servicio de la seo metropolitana, juró ayer el cargo en presencia del arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio; del resto de componentes del Cabildo; así como del personal de la basílica; y numerosos fieles, familiares y amigos que quisieron arroparle en una jornada tan especial. El también capellán de San Paio de Antealtares sustituye al frente de esta responsabilidad a Segundo Pérez López, quien también presenció la toma de posesión del nuevo presidente del órgano de gobierno de la seo y que ahora continuará trabajando como canónigo de Peregrinaciones.

La ceremonia de toma de posesión estuvo precedida de una eucaristía en la que monseñor Barrio entregó a Fernández Lago el libro de los Envangelios como nuevo responsable del Cabildo que cuida de la Catedral, sede del obispo. Así, al finalizar el rito de la comunión se dio paso al acto de toma de posesión del nuevo deán y también del secretario capitular, Elisardo Temperán, quien juró el cargo antes que el nuevo deán, que hizo lo propio con la mano sobre la Sagrada Escritura.

En la ronda de discursos, el titular de la Mitra puso en valor la figura de Fernández Lago y destacó la responsabilidad que asume durante los próximos cuatro años. Así, felicitó “cordialmente” al nuevo deán y dijo que la transcendencia de esta ceremonia “va más allá de lo que puede aparecer como un simple acto protocolario”. Monseñor Barrio aseguró que “la Catedral debe mostrarse como una casa abierta, acogedora y testimonio para los diocesanos y para los que nos visitan procedentes de otras iglesias particulares”.

Apuntó que “la Iglesia local ha de percibir que la Catedral es una casa habitada. Casa abierta donde todos puedan entrar para rezar, para admirar o sencillamente para permanecer en silencio. No es simplemente un hecho de organización sino de una eficaz evangelización”. El arzobispo tuvo también palabras de agradecimiento para el deán saliente, Segundo Pérez, “que ha dejado su impronta en los años de su Deanato”.

Por su parte, Fernández Lago respondió con unas sencillas pero elocuentes palabras. En primer lugar quiso recordar que el deán es “primero entre iguales”, a la vez que se dirigió a sus compañeros para señalar que “ser canónigo de este Cabildo en la actualidad no es lo mismo con respecto a lo que era hace veinte o treinta años. Hoy nosotros hemos de mirar, ante todo y sobre todo, a los peregrinos”. Tras pedirles apoyo y comprensión, dijo que espera “no decepcionar”. También señaló que las funciones del Cabildo demandan ahora, en pleno Año Santo jubilar compostelano, una prioridad en la atención a los peregrinos, para hacer posible que encuentren cerca de la tumba del Apóstol Santiago lo que no se percibe “en los ambientes descristianizados”.

Con esto, avanzó su hoja de ruta: “Ahora que la Catedral está tan remozada hemos de intentar ofrecer al peregrino, al mismo tiempo que el resplandor artístico, la riqueza espiritual que estos desean, y de la que nosotros podemos hacerles partícipes, dándoles el alimento de la palabra divina, promoviendo celebraciones del perdón sacramental y de la Eucaristía, memorial que Cristo nos ha dejado”.

28 feb 2021 / 00:00
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