Las cubiertas de la Catedral ‘fusionan’ esencia y modernidad tecnológica

El alcalde de Santiago, Xosé S. Bugallo; el conselleiro de Cultura, Educación e Universidade, Román Rodríguez, y el director de la Fundación Catedral, Daniel Lorenzo, supervisaron hoy los trabajos de rehabilitación de las cubiertas de la basílica compostelana y las torres de la Vela y del Tesoro, que se enmarcan en las actuaciones que se están llevando a cabo con el apoyo de la Xunta de Galicia y gracias a un gran convenio financiado en 2015 por la Administración general del Estado, dotado con 17 millones de euros. Los trabajos, además, facilitan la conservación de la Catedral para el futuro.

Durante la visita, Román Rodríguez destacó la calidad y minuciosidad técnica de los trabajos realizados en ambas zonas, que están permitiendo una renovación integral de las cubiertas manteniendo la esencia ideada por Pons Sorolla en el siglo XX, pero empleando toda la modernidad tecnológica del siglo XXI. Destacó, además, que son resultado de los esfuerzos colectivos llevados a cabo en los últimos años con el compromiso y cooperación de todas las administraciones y entidades implicadas.

Se trata, añadió, de una fórmula que sirve de ejemplo para las actuaciones en las que la Xunta está trabajando en el marco del Plan Catedrales, para rehabilitar los templos catedralicios de la Comunidad en el período 2021-2027.

Las obras que visitaron esta mañana cuentan con un presupuesto en su conjunto de más de cuatro millones de euros. Por una parte se trata de la renovación integral y completa de las cubiertas de la nave mayor y el transepto empleando técnicas que contribuirán a aportar seguridad y reversibilidad, asegurándose que para las futuras tareas de mantenimiento y posibles trabajos de reparación puntual se puedan hacer realizando fáciles desmontajes sin que se vea influido el sistema constructivo. Se actuó en una superficie total de 2.432 metros cuadrados.

Se aligeró en 745.996 kg el peso de las cubiertas y se aprovechó esta obra para mejorar y ordenar todo el sistema de evacuación de agua de lluvia de las cubiertas, que era uno de los mayores agentes de deterioros. En concreto, las actuaciones incluyen 250 metros lineales de canales para evacuar cinco millones de litros de agua al año. También se actuó en la Torre de la Vela, restaurando los paramentos exteriores e impermeabilizando las cubiertas y fachadas y se hizo una reposición de carpinterías de las ventanas y de la puerta de acceso a la terraza exterior.

En el caso de la Torre del Tesoro, la intervención se incluye en una actuación mucho mayor dentro de la restauración de la fachada que se abre a la praza das Praterías. Al mismo tiempo, los trabajos de restauración fueron acompañados de catas arqueológicas que contribuyeron a aclarar muchas de las cuestiones que aún quedan por resolver sobre la construcción y evolución del monumento.

Todas estas actuaciones se enmarcan en las obras de conservación y mantenimiento de la Catedral de Santiago llevadas a cabo en los últimos años con un proyecto que permitió que el templo estuviera listo para abrir la Puerta Santa e iniciar el Xacobeo 21-22 en las mejores condiciones de conservaciones. En su conjunto fue una de las mayores actuaciones realizadas en un Patrimonio Mundial en la última década que incluye obras de gran envergadura que en muchos casos dieron paso a otras actuaciones.