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ANIMALES. ‘Reina Sirenita’ y ‘Dumbledore’ se extraviaron en Compostela tras llegar desde Castilla y León y Francia, respectivamente // Se hizo cargo de ellos el Refuxio de Bando, pero la información desactualizada o insuficiente de sus microchips dificulta en gran medida la tarea de devolverlos a su hogar TEXTO P. Baamonde

Pareja felina ‘a la caza’ de sus dueños

Como se relató anteriormente en las páginas de EL CORREO GALLEGO, el Refuxio de Bando se hace cargo de las mascotas que se extravían en las inmediaciones de la friolera de diez concellos gallegos, asegurando en cada caso un retorno seguro de vuelta a su hogar. Pero, además, a la ecuación de esta misión, ardua de por sí, hay que añadir algunas variables inesperadas; tal es el caso de la pareja de felinos que este último mes ingresó en sus instalaciones tras extraviarse en Compostela habiendo llegado de, respectivamente, Francia y Castilla y León, ambos rodeados de incógnitas.

La última de los dos, una hembra, fue localizada en las inmediaciones de un parquin de caravanas en Pontepedriña y llevaba cerca de una semana en la zona. Su rescate se produjo gracias al aviso de una vecina que, preocupada por el estado del animal, contactó con el Refuxio: “Estaba moi delgadiña e víase claramente que era unha gata casera”, cuenta la directora. Sin embargo, a la hora de comprobar los registros se dieron cuenta de que la única información que figuraba en su microchip era su región de procedencia y un número de teléfono de contacto que a día de hoy no existe. Por otro lado, el gato francés apareció en una granja de la zona de Pedroso y su llegada puso sobre la mesa un caso similar al de su homóloga castellana: en su carné tan solo se indicaba una dirección perteneciente al país vecino, con lo que “enviar unha carta á dirección que figura no chip e rezar para que apareza o seu dono” resultó ser el único curso de acción posible, lamentaba Olalla en conversación con este periódico.

La identidad de la gata de Castilla estuvo, por lo menos, clara desde el primer momento: se llama Reina Sirenita “xa que así aparece no chip”, indicaba la directora del Refuxio. En el caso del oriundo de Francia, sin embargo, explica que “puxémoslle nós o nome porque non podiamos acceder a máis datos do microchip”, con lo que su entrada al Refuxio le valió el apodo de Dumbledore. Afortunadamente, a comienzos de esta misma semana el Refuxio era contactado por los dueños de este último, que habían recibido con éxito la carta sobre el estado de su mascota, con lo que ya se está preparando el retorno de Dumbledore a su hogar en Francia. Reina, por otro lado, sigue a su cuidado y a la espera de reencontrarse con su familia.

COMPLETAR Y ACTUALIZAR. La falta de información en casos como los de Reina y Dumbledore se torna un obstáculo que dificulta en gran medida la tarea de devolverlos a su hogar y, por desgracia, que los animales lleguen con los datos del microchip incompletos o desactualizados es una problemática más habitual de lo que podría esperarse. Ella habla de la necesidad de un sistema oficial que centralice y permita realizar un seguimiento de las credenciales de los animales de un modo más exhaustivo y global. Explica que, en el caso de Galicia, es el REGIAC (Rexistro Galego de Identificación de Animais de Compañía) el que cumple esta tarea; función que, en la práctica, se queda muy corta a la hora de dar respuesta a ciertos casos. Sin ir más lejos, sin la presencia de una base de datos verificada que abarque otros países, en el caso de Dumbledore, o comunidades, en el de Reina, no existe un método directo o seguro para determinar su proveniencia exacta. Y, sin una vía que permita compartir los datos entre territorios (no tan) distantes, la encomienda se asemeja más a un misterio detectivesco de tinte holmesiano con un rastro de migas de pan inconsistente e incompleto como única pista.

Pero, al final, siempre será una responsabilidad máxima de todo propietario de mascotas la de mantener al día los datos que figuran en sus microchips. Principalmente, dando parte en el REGIAC -en el caso de Galicia- siempre que se produzca cualquier cambio en su dirección de residencia o número de teléfono. Solo con eso, como queda demostrado con esta pareja felina, se le está allanando en gran medida el camino de vuelta al animal en caso de un posible extravío.

31 oct 2022 / 01:00
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