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La teoría dice que quien va caminando tiene preferencia absoluta y el coche debe detenerse, pero la práctica es un poco más compleja; en numerosas ocasiones se suceden discusiones entre conductor y paseantes // También es habitual que muchas personas atraviesen por fuera del espacio delimitado TEXTO A. Rosende

Pasos de cebra: la ley de la selva

La norma es clara: si hay un paso de peatones, quien va caminando tiene preferencia absoluta y el coche debe detenerse. Todos tenemos clara la teoría, pero la práctica es un poco más compleja. Primera hora de la mañana en el Polígono de Costa Vella, esta semana: en la rotonda próxima a la gasolinera, un peatón intenta cruzar el paso de cebra, pero un vehículo se lo salta y frena tarde. Comienza una discusión cruzada entre ambos, conductor y paseante. ¿Quién tiene razón? En caso de accidente está claro que la ley caería con todo su peso sobre el conductor, con toda probabilidad. Pero la realidad es que hay casos y casos. Si un coche está a punto de pasar por la zona rallada y en ese momento el peatón que camina por la acera gira y decide que quiere cruzar, puede ser materialmente imposible frenar. En buena lógica, los peatones deberían pararse antes de cruzar y tener claro que el coche que se acerca le ha visto y dispone de la posibilidad física de detenerse.

La otra cara de la moneda son los cientos de coches que cada día vemos en las ciudades que pasan como elefantes por una cacharrería por los pasos de peatones sin detenerse, por mucho que vean personas esperando. Y aún queda otra parte implicada. ¿Por qué en Santiago tantos caminantes cruzan con su semáforo en rojo o a pocos metros de donde hay un paso de cebra? Las multas por este motivo son prácticamente nulas, pero es una práctica cotidiana que pone en riesgo al tráfico, además por supuesto de la propia integridad de las personas.

Asimismo, en los últimos años, en torno a los pasos de cebra ha emergido una nueva, y peligrosa, figura: los peatones zombies, es decir, aquellos que caminan por la ciudad en la vista puesta en el teléfono móvil. Es por ello que el Concello de Santiago ha decidido poner en marcha una campaña para alertar a los viandantes del riesgo real que pueden estar corriendo si no levantan la vista de la pantalla.

En los propios pasos de peatones, con una pintura de color amarillo fuerte, que contrasta con el blanco de las franjas, se alerta con mensajes claros y directos que salten a la vista de aquellos que van mirando hacia abajo para ver el móvil.

Algunos son meras indicaciones, como “Responde despois de cruzar”, pero otros ya son más directos: “Atende ao que tes que atender”. Este tipo de advertencias ya se han señalizado en distintos puntos de la capital gallega, en especial en las zonas más transitadas, como el entorno de la Alameda. Uno de estos avisos está en el paso de peatones situado frente al Instituto Rosalía de Castro.

Y es que cruzar mirando el móvil se ha convertido en una de las principales causas de atropellos en las ciudades. Según un estudio realizado por el Real Automóvil Club de España, la proliferación de aparatos electrónicos ha disparado en cerca de un 30 por ciento el número de siniestros en vías públicas. El fenómeno ha llegado a tal punto que en algunas ciudades han recurrido incluso a colocar balizas de colores en el suelo que cambian en función de la luz del semáforo, para ver si así se consigue despertar a estos caminantes zombis.

08 ago 2020 / 00:44
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