Personal de Urgencias del CHUS dona más de 1.600 kilos de alimentos

Santiago. “Es una forma de devolver la solidaridad que nos mostraron los ciudadanos al personal del hospital”, explica la doctora María Cortés, médico del servicio de Urgencias del hospital Clínico Universitario de Santiago, que entregó al Banco de Alimentos compostelano más de 1.600 kilos de comida, además de leche o potitos y pañales para bebés.

La doctora Cortés comenta que la idea de la donación para familias en situación de vulnerabilidad de la capital gallega surgió a finales de abril, “cuando la situación por la pandemia del coronavirus estaba algo más tranquila en el hospital Clínico”.

“Lo idearon auxiliares y personal de seguridad de Urgencias como el mejor modo de agradecer el apoyo recibido en el hospital”, asegura.

Recuerda que desde que saltó el estado de alarma “fueron muchos, entre entidades, particulares o empresas, algunos manteniéndose en el anonimato, los que a menudo nos hacían llegar desde pantallas de protección facial a pequeños caprichos para ayudarnos a sobrellevar las largas y duras jornadas por el covid, trayéndonos galletas, pizzas, tartas caseras...”

Además, señala en este sentido el esfuerzo realizado por particulares o empresas “pese a estar en ERTEs”.

Así, la idea de la donación al Banco de Alimentos fue calando entre los trabajadores del hospital Clínico, que quisieron aportar su granito de arena, y de esta forma, día a día, venían a traernos lo que podían para ayudar”.

Quiere subrayar que estuvo implicado en esta donación solidaria “todo” el personal, desde médicos a celadores, pasando por personal de mantenimiento, de seguridad, limpieza o informática.

Todo lo recogido lo fueron depositando en un almacén en el hospital Gil Casares.

Hasta allí se desplazó una camioneta del Banco de Alimentos para recoger el donativo, en el que había todo tipo de alimentos no perecederos, además de cerca de una tonelada de leche, comida infantil y pañales.

Con la idea de repetir la experiencia en Navidad, Cortés recuerda un proverbio etíope que dice que “cuando las arañas tejen juntas pueden atar un león”. “Nosotros no seremos quienes encontremos una solución a los problemas por el covid-19, pero sí tejer una tela de araña”. M. M.