Picnics a mantel puesto en el Obradoiro
El grupo municipal popular solicitará al gobierno local, en el pleno ordinario de este mes, que impulse a lo largo de esta año la elaboración y tramitación de un reglamento de usos de espacios emblemáticos de la ciudad, entre los que se incluya, cuando menos, la plaza del Obradoiro y las plazas del entorno de la Catedral, así como el parque de Bonaval, entre otros lugares, para impedir su uso trivial e incontrolado.
Con esta iniciativa, los populares advierten que no se trata de menoscabar los legítimos derechos individuales, bien protegidos por nuestro ordenamiento jurídico, ni de articular un catálogo de sanciones, sino de garantizar, como explica el concejal José Antonio Constenla, “el disfrute de estos espacios por la ciudadanía, como prevención y protección frente a determinadas actitudes, agresiones, alteraciones y usos indebidos que se alejan de su singular consideración y del valor histórico y monumental que esos espacios representan”.
Se trataría de complementar las normas y determinaciones que, detallada y exhaustivamente, regulan ya las actividades urbanísticas y comerciales en esas zonas en la búsqueda de una mayor coherencia y armonía, pero como subraya el popular, “si el vecindario, en sus viviendas o negocios, debe atender y cumplir un amplio catálogo de disposiciones relativas a la protección del patrimonio, parece lógico que en justa correspondencia la administración local se preocupe por mejorar esa protección patrimonial y ambiental en los espacios públicos”.
El extraordinario valor histórico y monumental de la ciudad de Santiago, más allá de los propios edificios de carácter religioso o civil, se extiende a los espacios públicos que se fueron conformando a lo largo de los siglos como tradicionales lugares de relación, de convivencia y de disfrute para el vecindario y para todas aquellas personas que desde hace siglos nos visitan.
TURISMO. La creciente actividad económica y turística de los últimos años, que se está reactivando tras el paréntesis de la pandemia, está poniendo de manifiesto la necesidad de regular los espacios convertidos en emblemáticos de Santiago. Estos lugares, por su configuración como “marcos incomparables” o singulares centros neurálgicos y de atracción, están soportando usos pintorescos, que cabalmente chocan con su especial consideración histórica o ambiental.
Constenla Ramos reitera que “todos somos conscientes de la proliferación de usos inadecuados que se evidencian en algunos eventos, exposiciones y actividades —con instalaciones de gran porte y superficie— o en la ocupación de las zonas públicas, como la misma plaza del Obradoiro, para picnics grupales a mantel puesto con todo tipo de viandas y mismo el consumo de bebidas alcohólicas con envases de vidrio, que más allá de constituir un atentado al decoro y a la urbanidad, suponen una amenaza para el tránsito y la seguridad de ese espacio. Una realidad que no debemos ignorar quienes la constatamos a diario, mismo en la puerta principal del Concello”.