Primeros visitantes a un Boisaca con el ‘numerus clausus’

Aunque la asistencia masiva se espera para el próximo fin de semana, con Todos los Santos y Difuntos, en el cementerio compostelano de Boisaca ya se empezó a notar ayer una mayor afluencia de visitantes para acondicionar las tumbas con vistas a las conmemoraciones. El Ayuntamiento de Santiago ya ha hecho público el plan que se pondrá en marcha entre los días 30 de octubre y 2 de noviembre, con vistas a garantizar la seguridad sanitaria de los visitantes. El documento recoge tanto medidas de control del aforo y del tránsito dentro y fuera del camposanto, como los refuerzos que se pondrán en marcha para garantizar el cumplimiento de estas medidas, y para proceder a la limpieza y desinfección de las instalaciones. Por supuesto, también en lo que se refiere a las líneas de transporte urbano, que incrementarán sus frecuencias.

En el primer apartado, además de ordenar el acceso con una puerta para entrada y otra para salida, también se establece una limitación horaria de treinta minutos máximo, y regirá el mismo control de aforo que en el resto de la ciudad, es decir, un máximo de cinco personas de un solo núcleo familiar. Aquí también se aconseja que quienes acudan en grupo sean convivientes, y si hay alguna persona de fuera, que se mantenga escrupulosamente la distancia mínima establecida de 1,5 metros. Las precauciones se extienden asimismo a la hora de utilizar cualquiera de las herramientas o materiales que existen en el recinto, con la dispensación siempre que sea necesario de geles hidroalcohólicos antes de proceder a su manipulación. También se mantendrá cerrada la capilla durante los cuatro días para evitar reuniones, y en los servicios públicos existentes solo se permitirá la presencia de una persona en el interior. Ayer también la administración autonómica hizo público un protocolo preventivo frente al covid-19 que regirá en todos los camposantos de Galicia, y en el que incide en la necesidad de extremar las precauciones y respetar las limitaciones en lo que se refiere a los contactos con otras personas, especialmente las más vulnerables por razones de edad o salud.

En este caso, además se fija un máximo de cuatro personas en cada grupo, y se destaca la importancia de cumplir las medidas de seguridad obligatorias en materia de mascarillas, así como en la necesaria higiene de manos y vías respiratorias. En este sentido, se reitera la prohibición de fumar en todos los espacios públicos cuando no exista una distancia mínima de dos metros. Se recuerda igualmente la obligación de que se disponga en los cementerios de dispensadores de gel o antisépticos con actividad viricida debidamente autorizados para que puedan utilizarlos tanto el personal del recinto como los visitantes.

En cuanto a las recomendaciones para las autoridades, se sugiere la ampliación del horario de apertura de los cementerios con el fin de facilitar las visitas sin que se produzcan aglomeraciones, y también se aconseja que las labores de limpieza de las tumbas se lleven a cabo de forma escalonada a lo largo de estos días, algo que parece que en Santiago ya se está cumpliendo. En cualquier caso, se fija un aforo máximo de una persona por cada cuatro metros cuadrados, salvo en el caso de aquellas que precisen de atención personal. Estas medidas, además de al interior del recinto, donde se aconseja incrementar el número de recipientes para depositar residuos, también se extiende a las zonas exteriores de aparcamiento, para garantizar igualmente que no se formen grupos.