Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h

“Pudo encubrir a alguien pero no fue la mano que ejecutó”

Compañeras de Charo Porto en A Lama recuerdan que “los días previos a la Navidad eran los peores para ella en la cárcel”

“En la cárcel llega un momento en el que todos acabamos contando los pequeños secretos que nos acompañan. Cada una lo hace a su manera”, pero “ella nunca reconoció que había matado a su hija. Siempre nos dijo que era inocente” y “eso es así, ella nunca reconoció su culpabilidad. Siempre insistía en que no lo hizo”.

Los tres entrecomillados anteriores pertenecen a conversaciones mantenidas ayer (dos a través Facetime de wassapp y la tercera por teléfono) con otras tantas exreclusas que compartieron prisión con Rosario Porto, una en Teixeiro y las otras dos en A Lama. Todas quieren mantener su identidad: dos reconocen que se encuentran en tercer grado y una ya pagó la deuda que tenía.

Las tres (María, Marta y Lucía, nombres ficticios) fueron, en algún momento, presas de confianza de Porto durante los periodos de protocolo antisuicidio. Saben de lo que hablan: pasaron muchas horas llegando a compartir celda con ella.

Coinciden las tres en que “ella siempre defendió su inocencia y lo hizo siempre con mucha intensidad” (María), “cuando hablamos entre nosotras Charo nunca reconocía su culpabilidad. No se lo podíamos decir ni en broma” (Marta) o que “daba la impresión de que se guardaba algo pero es difícil que tras tantos años encarcelada no se le escapara algo” (Lucía).

Para estas tres expresas a Rosario Porto le traicionaba su carácter: “era muy complicada, muy manipuladora pero al mismo tiempo ayudaba a todas” (Marta); “estaba siempre quejándose de todas las decisiones y presentando escritos y recursos. Yo le decía déjalo que te va a perjudicar pero ella no paraba” (María), y “tenía siempre muchos problemas con la psicóloga o con los funcionarios por sus quejas ante todo” (Lucía).

A la pregunta de si ellas consideraban que es culpable Lucía responde con un contundente: “Pudo haber encubierto a alguien pero no fue la mano que ejecutó”; María intuye que “se vio obligada a hacer algo por alguien y ella siempre se preguntaba por qué no llamaron a declarar a algunas personas” mientras que para Marta “su situación era muy complicada”. Las tres vuelve a coincidir: “Las que tuvimos problemas con la Justicia sabemos que no siempre es justa”.

Ninguna reconoce que sospecharan que pudiera llegar a este fatal desenlace pero revelan que “cuando se acercaban las Nnavidades siempre se ponía muy triste y quería hacer muchas cosas. Para ella era el momento más duro del año”.

19 nov 2020 / 00:00
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
Tema marcado como favorito