Quejas en la rúa de Touro por el estado de edificios y aceras

Entre la estación de autobuses y San Roque, se sitúan las viviendas que forman el barrio de la Almáciga. Igual que ocurre en muchas zonas de la ciudad, a los edificios antiguos se les nota el paso del tiempo. Uno de esos casos es el de la rúa de Touro, donde algunos bloques han convivido con andamios en los últimos meses para realizar arreglos en el tejado.

Estas obras forman parte de derramas individuales que paga cada propietario, y que rondan los dos mil euros por puerta, con la consiguiente dificultad “para muchos vecinos que no pueden afrontar el gasto. Pese a todo, ya hemos pedido a los obreros de paso que nos hagan otros arreglos que se necesitan”, explica una de las residentes. Los edificios datan de los años 80 por lo que, con 40 años a sus espaldas, el óxido, las tejas rotas, y las grietas son ya compañeras de vida habituales: “Los edificios están todos deteriorados, por fuera y por dentro. No se han mantenido, y tienen cuarenta años, es lo normal”, expresa un vecino.

Ante esta situación, algunos vecinos consideran que el deterioro que presenta el barrio necesita de apoyo por parte de la Administración, sea el Ayuntamiento de Santiago o la Xunta. “Todo le toca a la comunidad, pero la Xunta también deberían mirar por sus edificios, porque siempre va a cargo de los propietarios, siempre ha habido dejadez en algunas zonas. Aquí nos faltaría una ayuda para poner ascensores, porque no hay y hay mucha gente mayor... como ha ocurrido en Vite”, denuncia una propietaria. Ella es una de las que sufre uno de los principales problemas que tienen en este momento: el estado del terreno sobre el que se sitúa alguno de los bloques, como se aprecia en las imágenes: “Se está hundiendo el terreno”.

Otra de las reivindicaciones que traslada parte de los vecinos de la rúa de Touro es la ausencia de un bus urbano que se adentre en el barrio. Relatan que, hace tres años, el ayuntamiento había estudiado la presencia del bus, de igual manera que accede el transporte escolar, pero de momento nada ha cambiado. “Podemos utilizar la línea que para en San Roque, y subir las escaleras que dan a esta calle, pero para mucha gente mayor, que se desplaza para ir a la Praza o así, es bastante costoso”.

PROBLEMAS VECINALES. En septiembre de 2019, tal y como contó este periódico, la rúa de Touro vivió un nuevo altercado después de que un coche se empotrase contra un edificio. En ese momento, los vecinos hablaron de continuos excesos de velocidad en la zona, con carreras ilegales de vehículos incluidas.

Ahora, meses después y con algunas denuncias de por medio, afirman que la situación ha mejorado: “Ahora estamos con calma, hubo un momento en que se tiraban a los vecinos. Siguen viviendo aquí, pero bueno, están más tranquilos porque también los vecinos nos hemos movilizado mucho para que esto dejase de ocurrir. Este antes era un barrio muy conflictivo y con mucho nivel de agresividad con nosotros”.