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Raxoi reconoce el desmadre y cambia la cerradura de la Casa da Xuventude

El edil Rubén Prol admite que el edificio público estaba fuera del control municipal y que no se respetaba el cese de actividades que se decretó a raíz de la pandemia // Los colectivos podrán recoger sus materiales

No es nada nuevo y parece que por fin el gobierno local lo ha reconocido. La polémica Casa da Xuventude está sumida en un descontrol absoluto desde que cayó en manos de un grupo de autogestión, proyecto que se remonta al mandato de Compostela Aberta, con Martiño Noriega a la cabeza. Después de múltiples denuncias de vecinos y del Partido Popular —la última, hace apenas unos días, cuando se advertía de las inexistentes medidas anti-COVID en el edificio municipal— han llevado al ejecutivo que preside Xosé Sánchez Bugallo a tomar cartas en el asunto.

Así las cosas, el Concello ha querido frenar el desmadre cambiando la cerradura del inmueble público. En declaraciones a los medios, el concejal de Mocidade, Rubén Prol, recordó que durante la pandemia se limitaron los usos en la Casa da Xuventude “a la mera retirada de material”. Explicó que con el COVID-19, y al ser un inmueble “sin control estricto”, no se podía utilizar, “igual que se limitó el uso de los CSC o el Centro Xove de la Almáciga”.

Pero los autogestionados hicieron oídos sordos, como si la norma municipal no fuese con ellos. Así, Raxoi comprobó en los últimos meses “que se estaba utilizando por parte de diversos colectivos y personas, incluso con cierta normalidad de accesos que no eran para ese uso de mera retirada de material”. La imposibilidad de mantener un control sobre el edificio, unido al “importante deterioro del inmueble” ; y al inicio, en breve, de las obras de Belvís; son los principales factores que llevaron a tomar la decisión de cambiar la cerradura. Después de que los colectivos que tenían tomada la Casa da Xuventude se atreviesen a denunciar en las últimas horas (tras el cambio de cerradura) una supuesta okupación por parte del Concello de su propio edificio, Raxoi ha informado de que quienes utilizaban hasta ahora ese espacio pueden retirar el material poniéndose en contacto con el departamento de Mocidade.

Prol se reunió ayer con representantes de diferentes colectivos que utilizan los espacios de la Casa da Xuventude. Así, pese al desmadre en el que estaba sumido el edificio, les ofreció “la gama completa de Centros Socioculturales” para que puedan realizar las actividades que desarrollaban en la Casa do Matadoiro.

El edil dijo que durante la reunión les explicó por qué se había cambiado la cerradura de la Casa da Xuventude. Aclaró “que es necesario hacer una rehabilitación del inmueble, y tener control” sobre ese espacio, que “ni ellos mismos pueden ofrecer”. “Lo que queremos”, apuntó, “es salvaguardar el régimen de actividades que muchas asociaciones y colectivos llevan a cabo en el edificio”. Por este motivo, se les ofrecieron los Centros Socioculturales, mientras “se estén ejecutando las obras previstas para el acceso a Belvís”. El técnico responsable de la red CSC, Enrique Vázquez Naveira, también estuvo presente en el encuentro.

Lo cierto es que el proyecto de autogestión de la Casa da Xuventude ha generado polémica y numerosas críticas desde que Compostela Aberta lo permitió. Desde entonces fueron numerosas las voces que denunciaron un mal uso del edificio municipal, que acabó completamente politizado por colectivos vinculados a la formación de Martiño Noriega. Además, Raxoi perdió el control sobre las actividades que se desarrollaban en el inmueble. Las llaves estaban en poder de no se sabe quién, como ahora reconoce el propio Concello; y allí entraba y salía todo el mundo sin ningún tipo de filtro ni medida de seguridad.

Por otro lado, estos colectivos minoritarios son los que siguen haciendo fuerza para que el edificio no se derribe, pese a que la inmensa mayoría de los compostelanos consultados en una reciente encuesta realizada por este periódico son partidarios de la inmediata demolición inmediata de lo que tachan de adefesio urbanístico.

Cuestionado pasadizo de Belvís

··· Raxoi también está a punto de sacar a concurso público las obras del paso que se abrirá de la praza do Matadoiro al parque de Belvís. “Un callejón”, como lo tachó el portavoz del PP municipal, Alejandro Sánchez Brunete, que en algunos tramos no cuenta ni con 80 centímetros de ancho. El gobierno local señaló que en este momento estaría negociando con la propiedad del muro con el que colindaría el pasadizo. En este sentido, cabe recordar que el proyecto, que asciende a más de 130.000 euros, ni siquiera cuenta con la bendición del arquitecto municipal, como adelantó hace unos días EL CORREO. En su informe, el técnico subraya que “este novo acceso non se pode considerar un itinerario peonil accesible, xa que carece da anchura mínima de 1,80 metros establecida na normativa en vigor”. Y añade que “tendo en conta a difícil comunicación actual entre o parque e a cidade histórica, os técnicos da subcomisión asesora do patrimonio histórico consideran necesario executar no prazo máis breve posible un acceso ao parque desde o Matadoiro que cumpra coas condicións de itinerario peonil accesible”.

22 abr 2021 / 01:00
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