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ENTREVISTA
PEDRO GARCÍA AGUADO // Presentador, escritor y conferenciante

“Saber quién eres de verdad te hace más auténtico”

Formó parte del ‘dream team’ español, subcampeón olímpico en los JJOO de Barcelona’92, campeón en Atlanta’96 y medalla de oro en los Mundiales de Perth’98. Uno de los mejores deportistas que ha dado el waterpolo español. Al mismo tiempo que competía al más alto nivel, estaba inmerso en la vorágine de las drogas, el alcohol y las fiestas nocturnas. En 2008 volvió a la actualidad con un libro, ‘Mañana lo dejo’. Su papel como conductor de ‘Hermano mayor’, un programa que abordaba trastornos de conducta entre adolescentes, le granjeó una gran fama

¿Cuál es tu primera crítica televisiva a lo que veremos con El Camino Interior?

Vamos a ver una serie que no tiene casi nada que ver con la televisión, porque está tan cuidada y está hecha de tal manera que parece puro cine.

No hay acción. No hay aventuras. No hay morbo. ¿Por qué aconsejaría verla al público joven que tú conoces tan bien?

Todos hemos pasado por la misma pandemia y tenemos la inquietud de sacarle partido para mejorar nuestras vidas. Las personas que salimos en la serie, además, hemos pasado por otros momentos de crisis cuyas conclusiones pueden ayudar a mucha gente a salir de la queja y el malestar para seguir luchando.

En lo que hemos visto y leído de su etapa se palpan la emoción y el afán de transparencia. Da la impresión de que andas por esos senderos sin bañador interior.

Llevo 18 años dando la cara con transparencia en los medios, porque esa es mi manera de intentar llegar a las personas y animar a quien lo necesite a cambiar de actitud. Me he presentado a la opinión pública con honestidad, sin ningún miedo a mostrar mi vulnerabilidad. Reconocer los errores puede servir a otras personas para aprender. Efectivamente, también en El Camino interior me presento sin escudo.

¿El mundo de la fama y de la televisión ponen fácil ser transparentes, mostrar vulnerabilidades y ser un ejemplo imitable para otras personas?

Más que el mundo de la fama o de la televisión, a mí lo que me importa es el concepto que yo tengo sobre mí. Por eso me expongo sin barreras, aunque después haya gente que lo utilice en mi contra. Saber que soy coherente con lo que yo pienso y priorizar mi valoración personal sobre la opinión pública es muy saludable. Ser transparente te hace más vulnerable, pero saber quién eres de verdad te hace más auténtico.

En El Camino Interior vemos la riqueza de la sensibilidad de un hombre-armario de 1,93 metros. La masculinidad también es eso.

He criado a dos hijas que me han visto llorar, recaer y pedir perdón. En esto, da igual tu altura, tu corpulencia o tu género. Todos somos personas sensibles y todos atravesamos muchas circunstancias. La coraza nos esconde de la realidad. Durante la serie, hablo con Miguel Ángel Tobías de muchos episodios y muchas reflexiones que tienen que ver con mi vida pasada, y también con la actual, porque sigue habiendo circunstancias difíciles. A mí me sirve verbalizarlas para darles la vuelta, y espero que a otras personas, también.

¿El Camino de Santiago puede ser una terapia social contra los dramas interiores?

El Camino de Santiago es una fuente de energía y espiritualidad con muchos valores sociales implícitos: la convivencia, la generosidad, la capacidad de ayudar a los demás... Andar por este Camino que han seguido millones de personas nos anima a enriquecer de humanidad nuestras biografías para que merezcan realmente la pena.

La sana mentalidad deportiva anima a ganar, pero admite perder. ¿Cómo podemos aprender del deporte para convertirnos en sociedades más sanas?

El fracaso es una oportunidad, al menos esa es la experiencia que yo he tenido en mi propia vida. Todos tomamos decisiones positivas y negativas, y las negativas pueden servirnos para aprender si no nos pasamos la vida echando las culpas a todo el mundo de cualquier cosa que nos pasa. Enseñar a los jóvenes que el fracaso puede ser un instrumento de maduración me parece una sana contribución al progreso de nuestra sociedad.

Saber pedir ayuda en el camino de nuestras vidas?

Pedir ayuda en la vida es fundamental, pero requiere la humildad de reconocer que se necesita, y la valentía de comerse el orgullo y trascender el miedo a dar el paso adelante que nos llevará a ver la luz al final del túnel.

La pandemia nos ha puesto en una situación crónica de nadar a contracorriente. ¿Cómo metemos goles en esta tesitura, señor campeón del mundo?

En Alcohólicos Anónimos aprendí una reflexión esencial que se condensa en esta oración: “Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia”. Para meter goles a pesar de la pandemia necesitamos aceptar que hay cosas que no vamos a poder cambiar y con las que tenemos que saber convivir. Aceptar eso y cambiar lo que se pueda nos ayudará a ser mejores después de la pandemia y después de cualquier episodio de crisis que se presente en nuestra vida.

LA HUELLA

Pedro García Aguado constata con su vida que podemos dejar huella también en el agua. Campeón olímpico. El éxito fue un tobogán hacia un agujero negro, y metabolizar ese fracaso ha sido un trampolín de oro hacia un volver a empezar lleno de autenticidad, realismo y compromiso social. Hermano mayor en el arte de donar su experiencia para que quien quiera evitar un tropiezo severo de juventud tenga claro el camino para meterle un gol a la esclavitud y ajustarse el verdadero speedo de la libertad.

08 mar 2022 / 01:00
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