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La hospedería homenajea a los religiosos, que pararon sus obradores en la pandemia, con una feria desde este lunes al 30 de octubre // Hay postres, aceites, mermeladas, cerveza, licores, mieles, infusiones, especias y hasta cosméticos // Se ofrecen 150 productos elaborados en trece conventos españoles y dos italianos TEXTO M. Boo

San Martín Pinario se viste de otoño con los sabrosos dulces de monasterio

El buen hacer de los religiosos en los obradores no fue ajeno a la pandemia ya que en muchos casos los monasterios o conventos no pudieron ni siquiera elaborar los productos para los que usan materia primera de calidad y una paciencia infinita, dos ingredientes que los hacen únicos y le dan un sabor inimitable.

La hospedería de San Martín Pinario quiere rendirle un sentido homenaje organizando una feria titulada Otoño en el Monasterio en la que los protagonistas son los dulces monacales y otros artículos como aceites, vinagres, mermeladas, cerveza, licores, mieles, infusiones, especias y hasta cosméticos.

Desde este lunes y hasta el 30 de octubre, de nueve de la mañana a ocho de la tarde, se puede encontrar en la hospedería una selección de 150 productos llegados de trece monasterios españoles, cuatro de ellos gallegos, y de dos abadías italianas.

Las Jerónimas Constantinas de Sevilla acercan a los santiagueses vinagre de ajo, de menta o picante de guindillas, rocas surtidas de chocolate, naranja confitada cubierta de chocolate y barra de chocolate con frutos secos. Las trapenses de Santa María de la Caridad de Tulebras (Navarra) elaboran aceite de oliva, al igual que los también navarros cistercienses de la Oliva de Carcastillo, que además ofrecen vino dulce de misa en botellas de medio litro.

La amplia variedad de mermeladas llega de la mano de Santa María de la Huerta (Soria) que las hace de fresa, naranja, frambuesa, mora, melocotón, albaricoque, kiwi, pera, cereza, manzana, limón o tomate, a los que suma sabores tan especiales como mandarina al ron, pera al vino tinto, albaricoque y cominos (ideal para acompañar quesos), café, frambuesa y pera con piñones, cereza con aguardiente de orujo, manzana al caramelo, limones y manzana, tomate ligeramente picante, o fresa a la pimienta negra.

San Pedro de Cardeña sigue acercando a la capital compostelana sus chocolates con leche, con naranja, negro con café, puro con pasas al ron, puro con aceite, con leche y almendras, negro 70% cacao, negro 80% cacao, negro 70% cacao a la canela, blanco o blanco con yogur, a los que en esta ocasión añaden su cerveza trapense elaborada según una antigua receta.

Las adoratrices de Berga (Barcelona) están presentes con sus palitos de naranja, sus higos con coñac y dos sabrosas mermeladas sin azúcar de melocotón y fresa, además de un atractivo estuche con cuatro frascos de miel de castaña, eucalipto, romero y naranja.

De Nuestra Señora de Vico se pueden encontrar aleluyas sin azúcar, erizos de chocolate, nogalitos y las alegrías de santa Hildegarda elaboradas según la receta del siglo XII con un combinado de especias que elevan el ánimo de quien las come. También están presentes las clarisas descalzas de Marchena (Sevilla) con tejas, cocadas, corazones de almendra y yemas.

SABORES GALLEGOS. Por parte gallega acuden a la feria las benedictinas de San Vicente de Trasmañó (Redondela) con unas deliciosas pastas de nata y sus bolas, que son como unas galletas con un toque de limón. El monasterio de Oseira no podía faltar con su licor de hierbas, licor café, licor de cacao o su famosísimo eucaliptine tanto de eucalipto como de plantas medicinales. Y con sus especialidades en cosmética los cistercienses de Armenteira aportan jabones, aceite de camelia, aceite rosa mosqueta o bálsamo labial. Además, hay 25 especias y 17 infusiones inspiradas en la antigua huerta de la botica de San Martín Pinario.

DESDE ITALIA. La hospedería de San Martín Pinario cuenta al mismo tiempo con un rincón dedicado a la comarca de Pistoia, en donde hay una reliquia del Apóstol y también se celebra el Año Santo. Por ello ofrece artículos del monasterio cartujo de Camaldoni como caramelos de regaliz, camomila, cebada y sin azúcar, infusiones de eucalipto o melisa y un estuche con cuatro tarros pequeños de miel de castaña, acacia, eucalipto y mil flores.

La abadía benedictina de Praglia, también en la Toscana, está presente con sus champús de caléndula, camomila, ortiga o frutos cítricos y salvia, además de las cremas para después del afeitado, para manos y pies o de caléndula o lavanda. Cuenta también con ungüento balsámico, perfumes naturales de plantas del Camino e infusiones de anís, valeriana, samboco o biancoespino. En este rincón italiano también hay una gran variedad de pastas y vinos de la Toscana.

el secreto de las ourensanas clarisas reparadoras de astres

··· Los dulces elaborados por las monjas del monasterio de Vilar de Astres, en Ourense, tienen un secreto que no se puede esconder, son totalmente artesanales y se inspiran en recetas centenarias. Por primera vez sus productos se incorporan a las ferias que organiza la hospedería de San Martín Pinario basados en el cariño de una repostería sin industrializar y en el uso de los mejores ingredientes 100% naturales, lo que hace que el paladar recupere sabores olvidados y muy auténticos. Harina, almendras e incluso chocolate artesano componen unos dulces que definen como “mano de santo para contentar paladares tristes y almas alicaídas”. La receta de sus galletas de nata tiene cientos de años y un toque secreto, pero su panettone está para chuparse los dedos y tiene un enorme éxito ya que el que lo prueba repite. Además, entre sus especialidades están las diamanitas, los amoriños y los bastoncitos de San José.

10 oct 2021 / 01:00
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