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Seguridad y diversión: los protagonistas de unas fiestas singulares

Controles de aforo, mascarillas y distancia social marcaron el inicio del Apóstol en Santiago

Empieza la fiesta y este viernes se levantó el telón de las fiestas del Apóstol 2020. Este inicio se enmarcó en una serie de actuaciones musicales y humorísticas que terminaron dando paso al pregón de cada año. Desde el palco del Concello de Santiago se envió un mensaje coral donde el periodista Luis Pardo alabó a los profesionales que plantaron cara a la pandemia por la covid-19.

Tradición y nueva normalidad

La música inició la jornada en diferentes puntos de la ciudad. El primer concierto, a las 21.00h en el Parque de Galeras, estaba presidido por La Banda de Nash, formación musical centrada en versionar temas del pop/rock nacional e internacional. La banda viguesa inició su actuación con uno de los mejores ejemplos del rock de los 80, Dire Straits, seguido de grupos como Pink Floyd y ZZ Top y una gran variedad de música hasta los años 2000. La localización del evento permitió asistir tanto a personas con reserva previa como a aquellos rezagados que aprovecharon para sentarse fuera del cordón de seguridad que rodeaba el concierto.

La línea musical se mantuvo con la actuación de Nakany Kanté en Praza da Quintana, donde mezcló los ritmos tradicionales guineanos y Pop-Malinké como hilo conductor de letras de temática social, tras las que se paró a reivindicar el papel de la mujer en el mundo. La banda y su explosivo directo permitieron que el público, aún sentados por las limitaciones de la nueva normalidad, disfrutase del concierto con el ritmo del grupo.

Agradecimientos, homenajes y humor

Rober Bodegas, Javier Veiga y David Amor levantaron algunas carcajadas al público del Obradoiro. El trío de humoristas trajeron “O recuncho da comedia”, que los asistentes disfrutaron. Tras su performance, ellos se convirtieron también en espectadores. A las 22.30h comenzó el acto que abría oficialmente las fiestas del Apóstol de un año diferente. El pregón significó una vez más, la puerta de entrada a uno de los eventos más esperados por la ciudad de Compostela. Sin embargo, este año el acceso a una semana festiva venía señalizado para mantener la distancia de seguridad, gel hidroalcohólico en las entradas y muchas, muchísimas mascarillas. Para aquellos que no disfrutan de las grandes aglomeraciones, este año puede ser una oportunidad para probar un nuevo Apóstol.

En este 17 de julio, la forma no pudo superar al contenido. El mensaje del pregón consiguió dar voz a diferentes profesiones y profesionales que trabajaron durante la pandemia para mantener todos los servicios necesarios. Luis Pardo, quién inició el pregón, invitó a los asistentes y a todos los compostelanos a vivir las fiestas y a disfrutarlas con las precauciones necesarias para poder seguir celebrando muchas más. Entre el humor gallego del periodista aparecían pinceladas de seriedad para dedicar palabras a todos los colectivos representados en el pregón, todos ellos fundamentales para afrontar “el bicho”, como la siguiente pregonera denominó.

Eli Dosil, enfermera del 061 utilizó su intervención para dar “unha homenaxe a todas esas persoas que se mantiveron en primeira liña, que fixeron funcionar a nosa sanidade pública”. Además, las casi 700 sillas llenas de la plaza le dedicaron un sonoro aplauso cuando describió la sanidad como “unha sanidade contra a que se ten dito moito, e digamos a verdade, contra a que se ten feito moito”.

Tras ella, intervino Xosé A. Perozo poniéndole voz a los supervivientes de la covid-19 en el área sanitaria de Santiago. Comentando su estancia en la planta 5 del Hospital Clínico de Santiago, nos hizo llegar sus anécdotas, las cuales a pesar del buen humor del pregonero, hablaban de las necesidades del sistema sanitario en una situación como la vivida.

“Un mal necesario”

Entre los asistentes, las medidas fueron consideradas “un mal necesario” que no va a impedir el disfrute de las fiestas aunque sean algo más limitadas que antes de la crisis sanitaria. Otros parecían más tranquilos por las medidas de seguridad.

El pregón cerró con un espectáculo pirotécnico, que marcó el verdadero inicio de las fiestas, dejando a los asistentes libres para comenzar una semana cargada de actuaciones. Algunos de ellos ya tenían en mente los eventos a los que asistirán la semana que viene, mientras otros, indecisos y despistados seguirán esperando y dudando. Este período de actividades y eventos en la ciudad compostelana, que en un principio ni prometía ni asegurada nada, tuvo un protocolo singular al que ya parecemos estar acostumbrados, esta vez con la Catedral como testigo, y un poco más separados.

18 jul 2020 / 15:10
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