Sigue la obra de O Pombal mientras expertos investigan el curioso túnel

La esperada reparación del muro de O Pombal, una obra necesaria ante el riesgo de derrumbe que había, sigue en marcha, mientras el departamento municipal de obras mantiene abierta la investigación sobre el curioso pasadizo subterráneo que se encontraron los operarios.

En este sentido, cuando se está a punto de cumplir el primer mes de los tres que se han dado de plazo para llevar a cabo este contrato, la firma adjudicataria está colocando el tabique que servirá de soporte para evitar posibles desprendimientos en un futuro. De hecho, según apuntó el concejal de Obras, todo marcha según lo previsto.

“No Pombal estase traballando perfectamente. É unha obra que ten tres meses de execución e que non debería ter maior problema”, sentenció Javier Fernández en declaraciones a EL CORREO.

En todo caso, el descubrimiento del túnel ha traído cola y mantiene en vilo a todos por la posible causa del mismo. De este modo, la arqueóloga municipal ha requerido a la concejalía de obras que lleve a cabo un estudio en profundidad para concretar el origen del mismo, su tamaño y hacia dónde conducen estas cuevas que han salido a la luz.

Para ello, remarcó el edil, están solicitando presupuesto a diferentes empresas para que examinen la gruta con máquinas especializadas en este tipo de trabajos. Una vez los tengan sobre la mesa, se analizarán y se presentará la mejor alternativa.

Por este motivo, se mantienen todas las hipótesis abiertas sobre la procedencia de esta gran sorpresa que se encontraron al abrir la pared. Estas posibilidades son variopintas y van desde un posible manantial, pasando por unas minas de agua hasta la última e inverosímil leyenda de un pasadizo que saldría desde la Catedral hacia la periferia de la ciudad.

Aún así, cada vez cobra más fuerza la posibilidad de que existan más ramificaciones tras este primer agujero, al que tuvo acceso este periódico el mes pasado y en el que, en esta primera parte descubierta, cabía una persona erguida.

Por suerte, hasta el momento, la presencia de esta curiosa abertura no está afectando a la continuidad de las labores de los empleados de la compañía, por lo que se mantienen las previsiones iniciales.

Asimismo, cabe recordar que mientras se mantengan las actuaciones en la zona, el carril de subida hacia el centro de la capital gallega se mantiene cerrado al paso para vehículos, un obstáculo que, en momentos puntuales, implica también el corte de toda la carretera.

Sin embargo, según confirmó el concejal, este cambio en la circulación del tráfico no está suponiendo grandes contratiempos para la población y se está llevando con buena sintonía, a pesar de ser una de las áreas con más tránsito de Santiago.

Por otra parte, respecto al litigio con los propietarios que deben acometer también su parte en la reparación del muro, no se han producido avances, por lo que los trámites siguen en el departamento de disciplina urbanística.