para el día grande de Compostela

Compostela se encuentra en estado efervescente. Familias al completo, parejas y grupos de jóvenes son los protagonistas a la espera de un día del Apóstol más que deseado. Además, el buen tiempo contribuye a que todas las terrazas de la Almendra tengan que colgar el cartel de completo. La Alameda a media mañana se encontraba a rebosar de picheleiros que querían disfrutar de las atracciones con familiares y amigos. Madres y padres se subieron al conocido “saltamontes” para que los peques de la casa viviesen la sensación de flotar entre tanto salto. Los que preferían no aventurarse a disfrutar o sufrir en alguna de las atracciones buscaban resguardarse de un sol que “picaba” más de lo habitual, y buscaron cobijo a la sombra entre la arboleda.

Traspasar el umbral de Porta Faxeira y entrar a la rúa del Franco se convertía en una lucha casi titánica para evitar chocar con multitud de turistas y peregrinos admirados por los atractivos de la zona monumental.

Gigantes y cabezudos. Poco a poco las calles se inundaron con la música y danzas de los macrocéfalos protagonistas de la mañana: los cabezudos, habituales en estos festejos. Simpáticos personajes que animaron a bailar a niños y mayores, que los rodeaban con indisimulado asombro y simpatía. La plaza de Platerías fue uno de los escenarios más utilizados para sus danzas. Sin duda, tuvieron un éxito abrumador a juzgar por las escaleras del recinto que se encontraban abarrotadas de público, todo lleno hasta la bandera, como se dice. La alegría resultaba contagiosa. Alrededor de este ambiente festivo se percibía que empezamos a dejar atrás los peores años de la pandemia.

Como la mayoría de compostelanos saben, y quizá muchos de los visitantes también, los denominados Gigantes de la Catedral forman parte de una tradición que se remonta al siglo XVII y está asociada sobre todo a las celebraciones del Corpus Christi. Muchos años después se incorporan a las celebraciones en honor de Santiago Apóstol. Otro de los datos curiosos es que la basílica compostelana guarda ocho figuras casi como tesoros. Seis tienen algo más de cuatro metros de altura, y además cuatro son pareja. Los conocidos como Coco y Coca tienen una estura de 2,60 metros. Sus diseños están inspirados en los rasgos y vestimentas de peregrinos que a lo largo de siglos visitaron la tumba del Apóstol teniendo como origen países de los cinco continentes.

Lleno total. La capital gallega está abarrotada de turistas y peregrinos. El pasado viernes se repartieron más de 2.600 compostelas y este sábado la Oficina de Acogida, en la rúa Carretas, informó sobre una cifra mayor, se han rebasado ya los 2.700 pergaminos entregados. Ayer, domingo, víspera del Apóstol, se han superado ambas cifras con 3.288 peregrinos solicitando el certificado de haber cumplido con los requisitos. Pronto se alcanzará la barrera mágica de los 200.000 y todo indica que este año Xacobeo se alcanzará un récord histórico.

Música en directo. El ambiente por las calles no cesó a lo largo de toda la jornada. A última hora fueron centenares las personas que llenaron con su presencia, disfrute y aplausos los conciertos de Álvaro Toscano en la Plaza de Mazarelos y el de Verónica Ferreiro & Javier Sánchez que se celebró en el parque de Galeras. Aunque fue el ofrecido por Heredeiros da Crus el que más arrasó de los tres.

En suma, que el tiempo ayudó, el ambiente festivo también y hoy losreyes de España pondrán el broche de oro a la gran fiesta mayor de Galicia.