... Cuando los cabezudos paseaban por las rúas de la ciudad rodeados de una gran muchedumbre

Una de las tradiciones más antiguas de las fiestas del Apóstol es el desfile de los gigantes y de los cabezudos. El exconcejal Xosé Baqueiro puntualiza que los primeros le pertenecen al Cabildo, mientras que los otros son del Ayuntamiento. Baqueiro recuerda que muchas personas acudían con gran expectación a ver a la Coca el día 25 porque lo habitual era que ese día “estrenara modelo”. El look, además, iba acorde con las tendencias del momento por lo que despertaba la atención de muchos aficionados y curiosos. Los cabezudos van acompañados por una comparsa compuesta por diversos instrumentos como el clarinete. Es destacable el hecho de que cuentan con bailes propios ancestrales, únicos en su categoría. Por su parte, los gigantes desfilan junto a un tamborileiro y un gaiteiro, que amenizan su paso por las diferentes rúas de la ciudad. Baqueiro recuerda que, tradicionalmente, el Coco y la Coca representaban las figuras de “el alcalde y la alcaldesa”, pero ahora hacen referencia al “almirante y la almiranta”. Sin duda, uno de los grandes atractivos locales.