"Era un perfecto centro de reunión"

"Yo vivía en Zaragoza y en invierno no podía ir, pero mis tardes de julio se repetían: veía el Tour en casa de mi abuelo, en San Lorenzo, y al acabar iba directo al cemento. Aprendí rápido que había que apostar por el equipo de laMafia, el que juntaba a los mejores. No era fácil acertar, yo quería ir siempre con Varo y Pirri porque ganabas y jugabas; o con Romerito, que se hartaba a marcar goles. Lalo y Rocha discutían de táctica... Por ahí pasaron jugadores del Compostela (Paco, Tomás) y del Lobelle... había nivel. Cuando no jugabas, comentabas al sol la actualidad: la etapa del Tour, el Madrid y el Barça, el Deportivo y el Celta... era un perfecto centro social, cabían todos. Las últimas veces que fui, antes de jugar había que estar una hora barriendo cristales".