"Venía mucha gente a vendernos sus ejemplares"

El establecimiento, según explica su actual propietaria, Kimi, se especializó siempre en libro antiguo. "Empezamos en A Coruña", recuerda. Compraban libros, "venían personas a vendernos sus ejemplares, los tasábamos y les ofrecíamos un precio". De esta forma Vetusta se fue ganando un prestigio que incluso se ha incrementado con las nuevas tecnologías, que permiten conocer los fondos disponibles a distancia. Tras el fallecimiento de Rodolfo Blanco, Kimi se hizo cargo del negocio, pero ahora se plantea el cierre por jubilación, y de hecho así lo ha anunciado en el escaparate, con la liquidación de los fondos. "No es que cierre porque no funcione", explica, sino que va llegando el tiempo de tomarse un descanso, aunque el establecimiento sigue abierto.