“Era realmente bonito”

En tantas décadas de profesión, a Luis Rial le ha tocado cubrir todo tipo de actos, aunque los niños ochenteros quizás lo recuerden más por su labor en las cabalgatas de Reyes de aquellos años. Su misión era animar a los pequeños que esperaban pacientemente la llegada de sus majestades en la plaza del Obradoiro. “Era un espectáculo realmente bonito”, cuenta el periodista. Una vez terminada la cabalgata, los reyes entraban en el Salón Noble del pazo de Raxoi, donde atendían uno a uno a los chavales. En lo que se refiere a la retransmisión radiofónica, Rial explica que por aquel entonces la Radio Galega “estaba bien dotada en lo que se refiere al aspecto técnico” y que su voz llegaba a las ondas a través de una línea que “alquilábamos a lo que por aquel entonces era Telefónica”.