Terapias personalizadas en cáncer a través de la inteligencia artificial

Investigadores del servicio de Hematología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago, que dirige el doctor José Luis Bello, han puesto en marcha el Proyecto Adianthe (acrónimo de aplicación y desarrollo de la inteligencia artificial en tumores hematológicos) que, según asegura el doctor Adrián Mosquera “supondrá una auténtica revolución al conseguirse tratamientos personalizados”.

El especialista de Hematología del CHUS e investigador explica que el prometedor proyecto “surge de los resultados de nuestra línea de investigación en genómica de los tumores hematológicos. El cáncer es una enfermedad muy compleja genéticamente, y hemos observado que la mejor manera de poder hacer predicciones de supervivencia y respuesta a diferentes tratamientos es mediante la incorporación de toda esa información genética usando modelos de inteligencia artificial”.

En este sentido, indica que “estos modelos nos permiten saber con bastante precisión cuánto va a vivir cada paciente y, en caso de disponer de varios tratamientos diferentes, saber cuál es el mejor de una forma totalmente personalizada. De este modo, estas estrategias supondrán por tanto una revolución en la forma en el que tratemos el cáncer, de forma que la información acumulada en miles de pacientes a lo largo de décadas de tratamiento sirva para optimizar el tratamiento de cada caso nuevo”.

Para obtener las predicciones sobre cómo va a evolucionar cada paciente los investigadores de Hematología toman como base datos clínicos (estado general, alteraciones analíticas...) y alteraciones moleculares (mutaciones, expresión génica...). “Esto lo hemos probado en varias patologías, incluyendo el linfoma B difuso de células grandes, la leucemia linfática crónica, el mieloma múltiple y la leucemia mieloblástica aguda”, comenta Adrián Mosquera.

Así, a través del Proyecto Adianthe “pretendemos dar cabida a nuevas patologías y situaciones médicas complejas como enfermedades refractarias o nuevas terapias, a través de la generación de nueva información clínica y molecular y la aplicación de la inteligencia artificial a dichos datos. Con ello, podremos dar aproximaciones personalizadas de tratamiento a cada uno de los nuevos pacientes en las situaciones que hemos estudiado”.

Sin embargo, asegura que para seguir con estas líneas de investigación precisan apoyos económicos. De este modo, surgió la idea de poner en marcha una campaña de micromecenazgo.

Sobre ésta, indica que “el proyecto surgió como una iniciativa promovida por la Asociación de Pacientes Trasplantados de Médula Ósea (Asotrame) y el Servicio de Hematología y Hemoterapia del CHUS, que pretende movilizar a la sociedad civil, tanto a particulares como empresas, para recaudar fondos con el objetivo de de profundizar en esta investigación”.

“Muchos proyectos prometedores”, subraya, “necesitan diferentes fuentes de investigación. En este caso, hemos conseguido fondos para investigar en algunas de las patologías más frecuentes, pero no queremos dejar de lado otras dolencias que siguen siendo un problema médico y social importante, como la leucemia mieloide aguda”.

Apostilla que “establecer líneas de investigación de este estilo requiere una inversión considerable de fondos, y por lo tanto es preciso diversificar las fuentes de financiación”.