Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h
INICIATIVA Antonio Villaverde no estaba dispuesto a mirar para otro lado ante lo que considera un auténtico genocidio// “Quixen botar unha man”, asegura con humildad tras concluir un larguísimo trayecto solidario desde la capital gallega hasta la frontera con Polonia, todo un reto para él y para su Nissan Pulsar TEXTO A.S.

Un camarero en paro recorre 7.000 kms en su coche para llevar ayuda a Ucrania

¿Por qué se portan tan bien los europeos con nosotros? Es la pregunta desgarrada de una joven ucraniana que no deja de asombrarse al ver llegar a personas como Antonio Villaverde a la frontera con Polonia para llevarles medicamentos de primera necesidad. “A resposta que nunca esquecerei é a que lle escoitei alí a unha rapaza: porque as guerras adoitan ser entre soldados, pero esta é entre militares e a poboación civil. Trátase dun auténtico xenocidio. Eu quixen botar unha man”. Así de claro.

Antonio Villaverde Fernández es un joven camarero que quizá no esté pasando su mejor momento, porque se encuentra en paro. Pero tiene algo que cualquier empresario que busque a alguien de su sector debería valorar: iniciativa, capacidad y ansias por ayudar a los demás. Y no de cara a la galería, como otros. Antonio tuvo claro desde el principio de esta guerra que no se podía mirar para otro lado. Colabora con Protección Civil de Santiago, dirigida por Begoña del Río, desde el año 2019, y era consciente de que contaban con medicinas que no podrían tener un mejor destinatario que los sanitarios ucranianos. “En Protección Civil estivemos facendo envíos á zona durante un tempo a través dunha empresa de transportes, pero últimamente estaban colapsados e deixaron de recollelos”. En ese momento, este camarero se propuso buscar una solución, por lo que empezó a tantear la opción de alquilar una furgoneta para realizar el viaje él mismo. “Era demasiado caro para mín. Costaba uns 1.200 euros máis o combustible, peaxes e outros gastos”. ¿La solución? Echar mano de su propio vehículo, un Nissan Pulsar. Un compacto de tamaño medio que no iba a trasladar lo mismo que el vehículo comercial, pero podía hacer el apaño con lo más urgente. Tuvo pequeñas ayudas, como alguna donación de conocidos o el apoyo del Ayuntamiento de Val do Dubra, que llenó el depósito del coche y un bidón con 25 litros más.

Además de la medicación, ”de todo tipo, a que máis necesitan alá”, también incluyó un par de tiendas de campaña, entre otros objetos. En total, la acción solidaria le obligó a sacar de su bolsillo “uns 900 euros, porque tentei evitar as peaxes sempre que podía”. Lo de llevar ayuda a Ucrania se dice pronto, pero a Antonio le supuso seis jornadas completas de coche, tres de ida y otras tantas de vuelta, para recorrer los más de 6.700 kilómetros que separan la capital gallega de la frontera ucraniana. Allí le esperaban Susana y Michael, sus contactos para no ir a ciegas. Un larguísimo y heroico viaje.

26 abr 2022 / 00:00
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
Tema marcado como favorito