Un ensayo clínico sobre la covid del IDIS y el CHUS, reconocido mundialmente
Un trabajo para medir el efecto de la dexametasona en hospitalizados por el virus fue publicado en la prestigiosa revista ‘European Respiratory Journal’ // Los datos contrastan con las recomendaciones de la OMS sobre este fármaco
Un ensayo clínico para estudiar la influencia de un fármaco en los pacientes hospitalizados por covid-19, que ha sido realizado por un equipo de investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS) y del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS), viene de ser publicado en la prestigiosa European Respiratory Journal, la tercera mejor revista del mundo de su área.
Los trabajos realizados tenían como objetivo medir el efecto de dosis altas, frente a bajas, de dexametasona (fármaco prescrito para aliviar la inflamación y para tratar ciertos tipos de cáncer, artritis, alergias severas o asma) en ingresados con un cuadro moderado o grave de la infección y que necesitaban oxigenoterapia.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda niveles bajos de esta medicina (seis miligramos/día) en este tipo de pacientes citados. Sin embargo, en el estudio realizado en el CHUS, se observaron como cantidades elevadas (veinte mg/día) en hospitalizados por COVID-19 que precisaban administración de oxígeno, disminuía el empeoramiento clínico (necesidad de intubación, necesidad de Cuidados Intensivos o muerte), comparado con lo aconsejado por la OMS, sin asociarse a un mayor riesgo de efectos adversos.
Por todo ello, los responsables de la tesis apuntan la siguiente como la principal conclusión del mismo. “Los pacientes hospitalizados con covid-19 que cursan con insuficiencia respiratoria moderada grave y con necesidad de oxigenoterapia, reducen su empeoramiento clínico a los 11 días, si se les administra dosis altas de dexametasona (20mg/día) en comparación con los pacientes a los que se les administra dosis bajas (6 mg/día)”, remarcan.
El ensayo se ha realizado en el CHUS por un equipo multidisciplinar liderado por Manuel Taboada (anestesiólogo), Nuria Rodríguez (neumóloga), Pablo Varela (internista), Teresa Rodríguez (farmacéutica), y Ana Estany (metodóloga).
Metodología llevada a cabo para el estudio. Para la realización de este proyecto aleatorizado, abierto y controlado, los encargados contaron con la participación de internos con el virus, que presentaban cuadros de neumonía moderada o grave. Estas personas fueron asignadas aleatoriamente para recibir dosis bajas o altas de dexametasona, asociado al tratamiento habitual.
En total, se incluyeron en los trabajos a doscientos pacientes con una edad media de 64 años, de los que el 62 % fueron hombres. La investigación fue realizada en la planta de Hospitalización del centro compostelano, participando personal de múltiples especialidades, como Anestesiología, Neumología, Medicina Interna, Urgencias, Farmacia o Medicina Preventiva.
Los resultados incluyeron tiempo de recuperación, estado clínico de los pacientes tras la aplicación del tratamiento, reacciones adversas a los medicamentos, así como el número de personas que necesitaron ventilación mecánica, los que fueron ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos, los dados de alta y la mortalidad a los 28 y 60 días tras iniciar el tratamiento.
En base a ello, el 31,4 % de los enfermos que recibieron dosis bajas de dexametasona sufrieron empeoramiento clínico durante su ingreso (necesidad de ventilación mecánica, necesidad de ingreso en UCI o exitus), en comparación con el 16,3 % de los que recibieron dosis altas de dexametasona, observándose un importante beneficio con elevadas cantidades del fármaco, muy similares a las utilizadas en las Unidades de Cuidados Intensivos. A pesar del empleo de importantes dosificaciones de corticoides, las reacciones adversas fueron similares en los dos grupos estudiados.