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Un exhaustivo informe lleva a prisión al acusado de asfixiar a su sobrino

Santiago Cepeda fue sometido a innumerables pruebas sobre su estado mental // Sorpresa por no ir a un psiquiátrico penal

El 21 de septiembre un suceso conmocionó Santiago tras conocerse la muerte violenta de un niño de 3 años a manos de su tío. El martes, el Juzgado de Instrucción número 1 decretaba prisión incomunicada para Santiago Cepeda Quintela, que presuntamente mató a su sobrino Marcos cuando estaban en casa de los abuelos del menor, en la rúa Loureiros. Su entrada en Teixeiro también ha causado sorpresa ya que las circunstancias que rodearon el crimen apuntaban a que sería inimputable y enviado a un centro psiquiátrico penitenciario al considerarse que Santiago había sufrido un brote psicótico. De demostrarse que sufría trastornos psiquiátricos y que en el crimen lo había cometido en pleno brote psicótico, el acusado del crimen podría ser calificado de inimputable y quedar liberado, por lo tanto, de toda responsabilidad penal. No ya que quedase en libertad pero sí que ingresase en un psiquiátrico carcelario donde cumpliría la pena.

Investigado por un delito de asesinato, pasó este martes a disposición judicial, ya que la magistrada Ana López Suevos, en base al informe diagnóstico hospitalario y a la evaluación forense inicial, consideró que “es imputable”, por lo que acordó su ingreso en Teixeiro. Según fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), Santiago Cepeda Quintela, de 39 años e hijo del dueño del conocido ultramarinos de la praza de Cervantes que lleva su apellido, permaneció desde el 21 de septiembre ingresado en la unidad de Psiquiatría del Hospital Provincial de Conxo, hasta que el martes pasó a disposición del juzgado tras ser dado de alta. Psiquiatras consultados por este diario explican que en casos como el de Santiago Cepeda, en el que, no solo tenía una buena relación con sus tres sobrinos, sino que la familia confiaba en él para estar junto a ellos, llevándolos incluso al colegio, “todo apunta a que sufrió un brote psicótico, ya sea por trastornos psiquiátricos que al parecer sufría, como una fuerte depresión, o por otra causa, que provocó que en un momento determinado, quizá sufriendo alucinaciones, matase a su sobrino”.

Matizan que detrás de un brote psicótico no siempre tiene por qué haber una causa concreta. Explican que “cualquiera, en un momento determinado, puede sufrir uno de estos brotes, donde puede llegar a oír voces, y después de cometer un acto tan cruel como el de este compostelano, no recordar nada de lo ocurrido ni tener una explicación sobre el motivo que pudo llevarle a cometer este crimen”. Y recuerdan que en este caso, tras el alta hospitalaria, al juez se le traslada un “exhaustivo” informe pericial “donde no solo hay valoraciones de los psiquiatras que lo trataron, sino que se llega a recurrir al propio personal del hospital para conocer claves de su comportamiento, además de su vivencia con otros enfermos ingresados, o de su círculo más cercano”.

Por su parte, Evaristo Nogueira, abogado de Cepeda, insiste en que éste “estaba bajo los efectos de una patología psiquiátrica” y que tras muchas horas hablando con él “estoy seguro de que no era consciente de lo que estaba haciendo y que no recuerda nada de lo sucedido”.

Detrás de la valoración de si un acusado es imputable o no, hay un análisis muy complejo en los casos de personas que no presentan alteraciones permanentes de la conducta, al ser necesario valorar con gran exactitud en qué estado se encontraba el acusado en el momento justo de cometer el acto antijurídico. Es decir, si en dicho instante era responsable o no –de forma total o parcialmente–de sus acciones.

29 oct 2020 / 00:00
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