Un fallo en el sistema de Radio Taxi colapsa el servicio durante varios días

Los taxistas de Santiago llevan un año de locos. Primero, debido al bum turístico que colapsó el servicio varios días en los meses de primavera y con motivo de grandes eventos; luego, por la falta de conductores; y ahora, por un cúmulo de problemas tecnológicos que han ocasionado graves contratiempos a la hora de prestar el servicio. “Estuvimos sin sistema operativo tres días, entre el lunes y la tarde del miércoles”, lamentaba ayer en conversación con EL CORREO el presidente de Radio Taxi, Jesús García, al tiempo que apuntaba que se trató de una incidencia que afectó a la mayoría de las ciudades españolas.

En este sentido, explica que los taxistas de Santiago trabajan con un sistema operativo, de nombre Alfa 6, que es común para muchas asociaciones españolas. “Hicieron una actualización del programa el lunes, que no salió como se preveía, y nos dejaron sin centralita de llamadas hasta el miércoles por la tarde”, señaló, antes de apuntar que este es el motivo por el que en las últimas jornadas ha habido problemas a la hora de pedir un taxi. “Nos vimos obligados a desviar el teléfono y a responder las llamadas una a una. Es prácticamente imposible”, sentencia García, a la vez que hace públicas sus disculpas y agradece la paciencia de los clientes.

Radio Taxi abordó este problema con el Concello de Santiago, que una vez más pidió explicaciones ante las quejas de los ciudadanos porque nadie respondía en la asociación compostelana. “Está claro que no se trata de un problema de falta de licencias o coches, ha sido una nueva dificultad puntual”, matiza el representante del colectivo.

Este último incidente se suma a otros recientes que han condicionado la óptima prestación del servicio. “Hace tres semanas se produjo un fallo eléctrico en la estación intermodal y nos quemó todos los dispositivos electrónicos: nos hemos quedado sin ordenadores ni impresoras. De hecho, estamos esperando a que el seguro se haga cargo de los desperfectos”, añade García.

Sobre la situación de la plantilla, indica que “recientemente hemos contratado doce nuevos conductores y ahora nos hacen faltas unos tres más, en base a lo que nos han trasladado los socios”, por lo que incide en que “si no se dan imprevistos el servicio puede prestarse sin problema”.

En lo que se refiere a las denuncias de algunos usuarios sobre largas esperas para poder coger un taxi, el presidente de la asociación compostelana sostiene que no perciben este problema, aunque reconoce que en momentos puntuales, como a primera hora de la mañana cuando la ciudad se carga del tráfico de los centros escolares, o a veces a mediodía, se pueden producir retrasos o esperas debido a las retenciones de tráfico. “Pero ese es un problema que hemos tenido siempre y del que la mayoría de nuestros usuarios son completamente conscientes”.

QUEJAS. Lo cierto es que los taxistas de Santiago han sido objeto de críticas en los últimos meses. A partir de Semana Santa fueron numerosos los usuarios que denunciaron públicamente problemas con la prestación del servicio. Hoteles que alertaban de las largas esperas que sufrían sus clientes, saturación en paradas importantes, como la situada en la estación intermodal, el aeropuerto, los hospitales o en el centro de la ciudad...

Los taxistas respondieron a estas quejas con una reorganización, que contemplaba la reducción de coches en la parada del aeropuerto para reforzar el centro urbano. En ese momento, y en un contexto en el que incluso el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, amenazó con permitir la entrada de empresas como Uber o Cabify, el colectivo justificó el colapso con el bum turístico que estaba experimentando la ciudad, asegurando que se estaba viviendo un aluvión de visitantes como “el nunca visto”, entre los turistas de ocio y toda la afluencia del turismo de congresos, que también se ha recuperado con fuerza tras la pandemia. Fueron necesarias semanas de adaptación para conseguir dominar el nuevo escenario.