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La Colexiata de Sar, desde hace unas semanas, recuperó todo su esplendor, una vez fueron retiradas las decenas de coches que invadían el atrio // La lucha del párroco Porto Buceta comenzó en 2019 y se prolongó hasta la reciente apertura del nuevo aparcamiento junto al campo de fútbol TEXTO Brais Fdez.

Una joya que puede lucir de nuevo

Después de mucho tiempo de reclamaciones, de luchas y de enfados por una situación totalmente incomprensible, uno de los templos más característicos de Santiago de Compostela, la Colexiata de Sar, vuelve a lucir como merece, vacía de coches. La creación del aparcamiento disuasorio, junto al campo de fútbol, ha sido la única actuación que ha hecho posible esta deseada solución.

Hay que remontarse al verano de 2018 para entender un calvario que se prolongó durante casi cuatro años. Por aquel entonces, el párroco local, José Porto Buceta, en una decisión que lo loa, abrió el atrio de la iglesia para que se emplease como aparcamiento, ofreciendo con ello una alternativa para todas las plazas que se perdían con el arranque de la gran reforma de Castrón Douro.

Lo que en un principio supuso un importante remedio, al final se convirtió en una nueva problemática. Apelando al dicho español, se diría que “fue peor el remedio que la enfermedad”, puesto que la buena práctica parroquial se tomó con manga ancha por los conductores. Así, a pesar de que, en noviembre de 2019, tras quince meses de trabajos, se llevó a cabo la deseada reapertura de la renovada calle, nadie hizo el ademán de quitar los vehículos de este catalogado Bien de Interés Cultural.

En ese instante comenzaron las protestas del sacerdote, las cuales siempre caían en saco roto. La característica ubicación del “aparcamiento”, en un terreno privado, pero dentro de un patrimonio de la capital gallega, dejaba la problemática en un curioso limbo, ya que la Policía Local no tenía potestad para sancionar en el interior.

De este modo, se llegaron a contabilizar hasta setenta y ocho automóviles estacionados en el atrio, muchos de ellos de los catalogados como parásitos, esto es, de los que no se movían de su plaza en toda la semana. Esto llevó al párroco a comparar este hecho con una plaza del Obradoiro llena de coches aparcados. Asimismo, el propio concejal de Movilidad, Gonzalo Muíños, tildó la situación como un “auténtico sacrilegio”, por lo que decidió tomar cartas en el asunto.

A través de continuas conversaciones, tanto con la parroquia como la Agrupación Folclórica, se buscaron alternativas y ahí apareció la posibilidad del nuevo parquin, a escasos metros de la Colexiata y con capacidad para albergar a un gran volumen de autos (unos ochenta). Esta tarea tampoco resultaba sencilla para el departamento de tráfico, ya que suponía bastantes trámites administrativos, lo que demoró la actuación desde el pasado mes de octubre de 2021 hasta hace pocas semanas, momento en el que por fin se abrieron las puertas del campo.

Gracias a ello, desde el 11 de abril, el templo del barrio de Sar recuperó su esplendor, vaciándose paulatinamente de los vehículos que lo acompañaron durante más tiempo de lo debido. Así, sin necesidad de colocar la verja que había en la entrada, se consiguió que los intrusos se marchasen del espacio.

Ahora, tal y como reza la señal que siempre estuvo en el acceso al bien patrimonial, los feligreses pueden volver a utilizar el atrio para dejar el coche mientras se realiza alguna actividad parroquial o actos litúrgicos, devolviendo la paz al entorno una vez finalizan estos. Con ello, las visitas a la Colexiata de Sar pueden ya disfrutarse como realmente merece una joya arquitectónica de estas características.

logrado el objetivo, lo siguiente consiste en adecentar

··· Dentro de la polémica que surgió en torno a este templo, el Consorcio de Santiago llevará a cabo unos trabajos de mejora del pórtico previstos para este verano. Con un presupuesto de 54.097 euros, aprobado en la última sesión del órgano interadministrativo, la obra implicará la restauración del muro que cierra la parcela y del pavimento del atrio, deteriorado por los coches. Con ello, se establecerá un sistema de control de acceso, con varias posibilidades: una llave, una tarjeta magnética o una clave, alternativa esta última que más contenta a los feligreses, según el alcalde Xosé A. Sánchez Bugallo.

··· Para evitar que los coches se vuelvan a colar en la explanada, desde el pasado 11 de abril se colocó una valla en la misma entrada con la prohibición de estacionar por parte de la Policía Local, condición indispensable para que si algún valiente decide saltarse la norma, pueda ser multado por los agentes.

16 may 2022 / 00:00
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