La asociación Bolboretas no Ceo nacía en el año 2017, fecha en la que está registrada, a raíz de la decisión de cuatro madres: Patricia, Viky, Alejandra y Olaya. Todas ellas tenían algo en común: el dolor ante la muerte de sus bebés durante el embarazo, en el parto o a los pocos días de nacer, lo que se llama muerte perinatal –según la asociación Umamanita, todo un referente nacional en duelo y muerte perinatal, este término recoge tanto la pérdida fetal como neonatal–. Desde la entidad elaboran los saquitos Jizó con los que envuelven a los bebés en los hospitales gallegos para presentárselos a sus padres. “Todo los gastos los cubrimos nosotros y con alguna aportación de la gente. Estamos intentando abrir una cuenta para que quien lo desee pueda ayudarnos, pero los bancos nos lo ponen complicado”, denuncia Patricia Caamaño, una de las fundadoras. Cuando lo consigan, tienen pensado incluir socios, ya que son muchas las familias que acuden buscando apoyo. “Se le presta ayuda psicológica, se les guía en temas legales si lo necesitan... entre todos nos ayudamos”, cuenta Patricia, que aprovecha para reivindicar la necesidad de apoyo institucional. “Pedimos muchas veces que los cementerios incluyan, como en Lugo, un lugar para el duelo perinatal o que se iluminen edificios el Día Mundial del Duelo Perinatal... pero nos ignoran muchísimo”. Una clara muestra de la gravedad de pasar por este dolor es que hace menos de una semana una de las madres que formaba parte de la asociación se quitó la vida tras sufrir un último aborto de gemelos. “Esto es muy grave, hay que visibilizarlo”.