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Moda sostenible gallega para un mundo más concienciado

La industria textil es, después de la petrolera, la que más contamina del mundo

Ante el auge de la ‘fast fashion’ y una mayor preocupación por nuestro impacto en el planeta, algunas marcas están comenzando a hacer las cosas de forma diferente

Los productos de ROADE siendo confeccionados en sus talleres

Los productos de ROADE siendo confeccionados en sus talleres / Cedida

Diego G. Carballo

Diego G. Carballo

Santiago

La moda es una parte integral de nuestras vidas, nos guste o no. Todos usamos ropa, de una u otra calidad, marca, estilo... es, muchas veces, uno de los elementos que nos define y que habla de nuestra personalidad: nuestro estilo. Pero, detrás de la moda existe una industria de enorme tamaño, la cual cuenta con varios problemas de gran calado que tienen que ver con el medio ambiente y el bienestar social: la contaminación y la mano de obra barata externalizada en otros países.

En lo relativo al medio natural, el efecto que tiene la industria textil es demoledor: se trata de la segunda más contaminante a nivel mundial, tan solo por detrás de la del petróleo. El auge de la fast fashion (moda rápida), con marcas como Shein o Primark que venden productos a precios muy bajos destinados a durar muy poco, también hace que tanto la polución como la creación de residuos se dispare.

La Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) afirma que en 2020 se usaron 175 millones de toneladas de materias primas para producir ropa, zapatos y textiles del hogar, y es la tercera industria que más agua consume y la que más suelo usa. Al mismo tiempo, cada vez usamos más ropa durante menos tiempo: cada europeo compra al año de media seis kilos de ropa, tres de calzado y seis de textiles del hogar, y casi la mitad lo tira antes de que cumpla el año de antigüedad. La ropa se acumula en vertederos y tan solo un 1% de las prendas y complementos usados se reciclan en nuevos productos.

Moda con conciencia

En contraposición, cada vez más gente y más marcas buscan un nuevo tipo de moda más sostenible, que contamine menos, consuma menos recursos, utilice materiales sostenibles, mano de obra digna y que duren. Una de las marcas que han apostado por esta filosofía en Galicia es ROADE, fundada en 2024 por María Roade, Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas, natural de Baiona y residente en Cerceda: “Soy cofundadora con mi compañero José de la cooperativa que abrió Tienda Fieito en 2018, una tienda en línea de moda sostenible y productos ecológicos, entonces a través de ella, al entrar en contacto con productos que creíamos que eran buenos para la sociedad y que nosotros mismos estábamos consumiendo, nos decidimos a lanzar nuestra propia marca de moda, después de años de experiencia trabajando con otras marcas de ropa sostenible”.

Los pilares de ROADE, según su fundadora, son “materiales y tejidos sostenibles, producción local en Galicia y de ediciones limitadas para evitar la sobreproducción y el desperdicio”. La situación de los talleres textiles de Galicia también fue una de las razones que los animó a lanzarse al mercado, ya que consideran que hay muchos de mucha calidad, algunos de los cuales fueron viendo como su trabajo se perdía con la externalización de la producción a lo largo de los años. ROADE se vende tanto en tiendas físicas como en Internet, y venden tanto de forma local como al resto de España, Europa e incluso a Estados Unidos.

El proceso para hacer ropa realmente sostenible es arduo, y Roade sigue una serie de pasos para asegurarse de que todos los materiales que acaban en sus prendas cumplen con los estándares que se autoimponen: “Utilizamos tejidos sostenibles certificados, como algodón orgánico, que se cultiva sin pesticidas, no lleva transgénicos y tiene unos sellos que certifican que se ha producido sin explotación, con ahorro de agua y otros beneficios que una marca 'tradicional' no los tiene en cuenta”. Para su primera colección, María Roade utilizó lino 100% y algodón orgánico.

María Roade, fundadora de ROADE

María Roade, fundadora de ROADE / Cedida

Estos materiales, al ser más escasos y más sostenibles, también son más caros, motivo por el cual muchas marcas tradicionales no las utilizan para mantener sus precios bajos: “Nosotros tenemos la opinión de que la calidad de un tejido es directamente proporcional al cariño con que se produce. Imagina que una persona trabaja en unas condiciones laborales pésimas, sin posibilidad de sindicarse o en semiesclavitud, puede fabricar de muchas formas, pero no lo va a hacer con cariño, y eso se nota en la calidad”, asegura Roade. “Tenemos la confianza de saber de dónde viene esa fibra y poder analizarla para saber cómo se produjo. Nuestros productos no son los más baratos, pero sí son de una calidad excelente”.

Ropa km. 0 y duradera

En ROADE trabajan con talleres familiares en las provincias de A Coruña y Pontevedra, con los que aseguran mantener una relación muy estrecha, lo que permite supervisar el proceso de fabricación y tener una comunicación fluida. Además de generar trabajo local, la huella de carbono se ve muy reducida, al requerir mucho menos transporte a la hora de vender y distribuir los productos: “Cuando hablamos de producción artesanal nos referimos a los acabados, como por ejemplo en las prendas de punto que se confeccionan con máquinas tricotosas, pero al final los acabados, las uniones... todo se realiza a mano”, indica Roade.

Las prendas sostenibles también están diseñadas para durar, según indica la fundadora de la marca, gracias a la calidad de los tejidos, que ofrecen una mayor resistencia a los lavados. “Además nosotros trabajamos con diseños atemporales, que puedan lucirse en cualquier año o época sin que pase de moda. No vamos con las modas, hacemos ropa con la que te puedas sentir a gusto hoy y dentro de diez años”, añade.

“Nosotros solo fabricamos ropa con tejidos de fibras naturales, porque estamos concienciados con el tema de los microplásticos. Muchas veces se ofrecen prendas de tejidos reciclados, cuya producción sí es mucho más sostenible que el poliéster tradicional, pero siguen soltando microplásticos en los lavados. Nos gusta utilizar siempre fibras naturales, como cáñamo o el algodón, y también las hacemos de un solo material para que sea más fácil de reciclar al final de su vida útil”, explica Roade.

Algunos de los tejidos utilizados en ROADE

Algunos de los tejidos utilizados en ROADE / Cedida

La clientela de ROADE suelen ser mujeres “ya preocupadas por la sostenibilidad, que han adoptado en su vida una serie de cambios para aportar de forma positiva al medio ambiente”, comenta la baionesa: “Gente que es consciente de todo el daño que producen algunos materiales en la industria textil, de la sobreproducción de ropa y la explotación laboral”.

Salir al mercado

Comenzar un negocio de moda sostenible no es imposible, pero sí difícil. María Roade denuncia que el desafío principal no es hacerle ver al cliente que su producto no es comparable a los de la fast fashion, sino diferenciarlo de las grandes marcas que venden prendas como sostenibles “cuando no lo son”: “Es lo que se llama greenwashing, venderte como algodón orgánico algo hecho con algodón convencional o BCI. Luego vemos en un montón de marcas que tienen unos porcentajes de fibras ecológicas muy pequeños mezclados con otros tipos, y eso supone un agravio comparativo total, porque mientras tú estás siguiendo unos sellos de calidad, otros están engañando y haciendo creer que están ofreciendo productos igualmente sostenibles”.

Las marcas apuestan por los tejidos reciclados

Como forma de reducir la excesiva producción de residuos textiles de la industria, muchas marcas están empezando a usar tejidos reciclados en sus productos, con el objetivo de darles una segunda vida a las prendas desechadas. Es el caso de Ecoalf, que utiliza poliéster reciclado en sus productos con la intención de “usar la mínima cantidad de recursos naturales posibles”, o de Inditex que, junto con BASF (la compañía química más grande del mundo) desarrolló Loopamid, un nailon 6 circular basado en su totalidad en residuos textiles, que ya se ha utilizado en prendas de marcas del grupo, como Zara.

Sin embargo, María Roade, aunque aplaude que las grandes marcas cada vez usen más materiales reciclados y sostenibles, cree que es “contradictorio”, ya que “Inditex es una de las empresas que más desperdicio textil está fomentando en el mundo, y después los recicla para crear un tejido ecológico. En principio me parece positivo, pero no se va al foco del problema”, asegura.

Aún con estos desafíos, la empresaria cree que la moda y los productos sostenibles en general deberían de empezar a ser cada vez menos un nicho de mercado y más lo habitual: “Debería ser lo normal, no tendría por qué decir que mi producto ha sido fabricado en condiciones dignas, nadie tendría que certificar eso. Se hace para que cada vez más marcas se unan a ese estándar, porque evidentemente no es lo que estamos viendo en los últimos años, especialmente con el auge de la fast fashion”, comenta.

Roade también busca que las grandes marcas se animen no sólo a hacer productos que no dañen el medio ambiente, sino también que se fabriquen en unas condiciones dignas, algo en lo que asegura que “aún es la pata de la que más cojean”.

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