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A la sombra de Rabindranath Tagore

Cuando la escritora, Ana María Briongos se encontraba en Calcuta, hoy su nombre es Kolkata en bengalí, buscando información para su libro ¡Esto es Calcuta! (Ediciones B), que más tarde se convertiría en un éxito y que acaba de ser reeditado, nos puso en la pista de nuestro hombre, el profesor Paz. Allí en una casa de planta baja rodeado de jóvenes se encontró con él. Las ventanas estaban abiertas -relata Ana María- de par en par, en una habitación un colchón y en otra no había más que libros, unos encima de otros.

Un gallego en Calcuta. “Desde hace muchos años recibo por correo libros de todas las partes del mundo. Hoy me han llegado libros de Brasil, algunos están en castellano. No he dejado de leer a Tagore y fui configurando la que puede ser considerada como mejor biblioteca del mundo dedicada a Rabindranath Tagore con libros de él y sobre él. Lo más valioso son las primeras ediciones que poseemos de las obras de Tagore en castellano, inglés, holandés, francés, alemán y sueco, incluso hay traducciones de Tagore al esperanto”.

Su cara al hablar de Tagore se ilumina, uno de sus proyectos es comprar una casa allí (algo que ya ha conseguido) para crear una escuela en donde a través de las artes y de lo que eso conlleva poder recibir a estudiantes y profesores de todas partes, y que éstos puedan venir a Galicia. Su verdadero conocimiento lo inició en el año 1966.

“Más tarde descubrí, no sin sorpresa y alegría, que Tagore, además de un escritor excepcional merecedor del Premio Nobel de Literatura en 1913, fue un gran educador, creador en diciembre de 1901 de la gran escuela de Oriente. Son muy pocos los que saben que los himnos de sus dos países, la India y Bangladesh, recogen su letra y su música. Muchas personas cantan canciones cuando realizan sus tareas cotidianas y no saben quien las ha escrito”.

Durante muchos años, el profesor Paz se encontró solo, sin ver la posibilidad de viajar a esos lugares en donde la obra de su admirado maestro le esperaba.

Y la India

Desde un punto de vista lingüístico la India conserva unos 450 idiomas, hablados por minorías. Además, posee veinte idiomas oficiales, mencionados expresamente en la Constitución y hablados por grupos muy numerosos: el bengalí, con 235 millones de hablantes; el hindi, con 180; el tamil, con 100; el télegu, el marati con 90 millones... Al menos tres de estos idiomas poseen literaturas comparables. Y ahora el jesuita Manuel Díaz Gárriz, cumpliéndose en noviembre de 2013 los cien años de la concesión del Premio Nobel, ofrece la primera traducción de Tagore de Gitánjali del bengalí al castellano.

“No hemos pretendido ha-
cer poesía castellana
. Pero hemos querido que el lector es-
pañol tenga siempre presente que, así como Gitánjali en in-glés está escrito en prosa, sin embargo el original bengalí es poesía pura, con cadencias musicales y rimas muy bellas”.

Volvamos al profesor Paz. Nos preguntamos: ¿Cómo viajar a un país cuando su segunda lengua es el francés y allí hablan el inglés?, ¿cómo viajar a un país cuando actualmente aún seguimos planteándonos las diferencias entre Oriente y Occidente?

A través de la embajada de la India en Madrid localizo a un grupo de estudiantes y a dos de ellos les consiguió sendas becas a través de la Xunta de Galicia y pasaron un tiempo en su casa en Ourense, estudiando castellano les prestó todas las comodidades. Y desde hace unos años, el profesor Paz pasa un tiempo en Santiniketon.

Dice no ser una persona religiosa, “pero cómo vas a decir que no visitas un lugar en donde todas las religiones comparten el mismo techo y se cumple esa máxima de unir y no separar; ésa era una de las muchas enseñanzas de Rabindranath Tagore”. ¿Podríamos en Occidente dar las clases a nuestros hijos rodeados de pájaros, árboles y como techo, el cielo? Bajo el hermoso y significativo nombre de Santiniketan (La Morada de la Paz) todavía hoy se dan clases al aire libre, más de 25 km. cuadrados en donde hay numerosas escuelas -primarias, profesionales e infantiles- y una Universidad Internacional con el nombre de Visva –Bharoti con más de catorce facultades, entre las que brillan con luz propia la danza, la música y el teatro debajo de unos árboles más que centenarios.

Ha escrito más de treinta artículos sobre La India. “Para conocerla hay que viajar a ella, Tagore en la India es como para nosotros Leonardo da Vinci, un adelantado a su tiempo, y no podemos olvidar que el primero en dar a conocer la obra de Tagore fue nuestro conciudadano Vicente Risco, el cual ya en el año 1913 pronunció una conferencia sobre él en el Ateneo de Madrid y llegó a admirarlo tanto que, además de escribir textos sobre él y artículos en la prensa de la época, sus compañeros le pusieron el apodo de Tagore”. A lo que añade: “En Casa Asía fue en donde iniciamos una de las primeras exposiciones sobre Tagore, incluso me ofrecieron ir a trabajar a Barcelona, tienen un entusiasmo, una cosa...”.

Lo llaman más de India que de su propia tierra. Han abierto la Casa de la India en Valladolid y allí ha dado una conferencia este gallego universal. «En una ocasión vino una de las personas que trabaja en Casa Asía y hablamos con una serie de instituciones en Galicia...”.

¿Cómo es posible que un gallego se sienta más aceptado en la India que en Galicia?

Uno de sus primeros trabajos sobre Tagore fue “en el curso 1970-71 en la Universidad Complutense de Madrid. Se trataba de una pequeña investigación para la Historia de la Educación, del profesor Ruiz Berrio. En julio de 1969, con los niños de nuestra escuela primaria, la número cinco de la ciudad de Ourense en el barrio Mariñamansa, realizamos la representación de la obra tagoreana El cartero del rey, y conté con la ayuda de mi madre, que ha fallecido, y de mi mujer a la hora de diseñar los trajes”.

Los días de 24 horas para el profesor Paz tendrían que ser de 48, es un ordenador andante. “La música en la India es fundamental, ellos no hacen nada sin flores y sin música; cualquier acto por pequeño que sea tiene música y flores. Hay que pensar que Tagore defendía tres principios básicos, no sólo a nivel teórico, sino que lo lleva a la práctica en este gran centro educativo: la verdad, la bondad y la belleza”.

¿Qué quiere el profesor Paz? “Quiero leer a Tagore en su propio idioma, el bengalí; ese idioma que viene del sánscrito y que, por su hermosura, es denominado el italiano de Asía, y nuestro paisano Gómez de la Serna decía de él que en él cantan los pájaros de colores”.

El profesor José Paz, gran mecenas de Tagore, nos ha dejado a los setenta y seis años de edad, habiendo dejado un legado incalculable... junto a muchas horas de estudio, no lo perdamos...

* Semblanza sobre el profesor José Paz

11 sep 2021 / 01:00
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