Cuando las alergias son protagonistas en tu vida

muchas personas alérgicas ya han comenzado a notar los primeros síntomas. Las altas temperaturas y la falta de lluvia los están favoreciendo. Los meses de abril, mayo y junio suelen ser los más afectados por los pólenes.

¿Estás cansado de que cada primavera, las crisis de alergia te impiden llevar una vida normal?

¿Cuándo fue la última vez que pudiste salir a pasear sin que la alergia fastidiase el paseo?

¿Te pone de mal humor el picor constante en el velo del paladar, en los ojos o los oídos?

Si te pasa alguna de estas cosas, posiblemente estés culpando a las gramíneas y otros pólenes de ello, pero, ¿sabes una cosa? Los pólenes son los desencadenantes de los síntomas incómodos, pero no son la verdadera causa de las alergias.

Si queremos solucionar el tema de las alergias es imprescindible buscar y tratar la verdadera causa o causas de las mismas. Es importante mirar un poco más allá de las gramíneas y ver que está afectando a tu sistema inmunitario.

De cómo sean tus respuestas inmunológicas dependerá tu salud y las enfermedades que padezcas. El sistema inmunológico es el que vigila que todo funcione bien en tu organismo.

Estoy segura que conoces muy bien los incómodos síntomas de una rinitis alérgica como: rinorrea (secreción nasal líquida), o nariz taponada, párpados hinchados, dificultad para respirar, ojos llorosos, falta de olfato, picores de oídos o paladar... todos estos síntomas indican la hiperreactividad de tu sistema inmune.

Las causas de las alergias son múltiples y se relacionan con el estilo de vida y factores medioambientales y entre ellos destacan la microbiota intestinal y los factores emocionales.

Y si el 80 % de las defensas radican en el intestino, debería ser la microbiota, una de las primeras causas de alergia a tratar.

Una buena microbiota puede resultar un excelente medio para prevenir las alergias y además permite el paso de sustancias beneficiosas al torrente sanguíneo y evita que entren agentes nocivos que te perjudican como los virus, bacterias...

En cuanto a las emociones y desde el punto de vista psicosomático, cada síntoma alérgico puede tener un significado emocional.

Por ejemplo: si yo te preguntase ¿en qué momento y lugar tienes más crisis de alergia? ¿Quizás son más frecuentes al empezar la semana y el fin de semana prácticamente no tienes síntomas? Piénsalo, quizás descubras que cada vez que ocurre una determinada situación tienes una crisis.

El tratamiento debe ser siempre personalizado y buscando las verdaderas causas que no son las gramíneas.