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¿Te gusta el otoño? Seis escapadas sin salir de Galicia

Paréntesis entre el verano y el invierno, es la mejor estación para descubrir paisajes de mar y de montaña con otro color

Transición entre verano e invierno, época de recogida del fruto, el otoño es uno de los momentos con más encanto del año. Las temperaturas son suaves y, si las lluvias se mantienen alejadas, se perfila como la estación idónea para perderse en los paisajes rurales, los bosques teñidos de ocre y también en esas puestas de sol únicas a la orilla del mar. Así que toca ponerse las botas y romper la rutina en alguno de esos parajes singulares que esconde Galicia.

1.Fraga de Catasós (Lalín – Pontevedra). En el corazón de la comarca do Deza se encuentra este frondoso bosque que, según cuentan, sirvió de inspiración a Emilia Pardo Bazán para escribir Los Pazos de Ulloa. Castaños y carballos de hasta 30 metros de altura –y otros cinco de perímetro- flanquean un paseo corto y fácil que siempre depara alguna sorpresa. Por su porte distinguido, están considerados los mejores ejemplares de castaños centenarios de Europa.

2.Redes (Ares – A Coruña). Se ha hecho famoso gracias a que ha servido de telón de fondo para producciones de TV. Primero fue escenario de la serie emitida por TVG Padre Casares y posteriormente Pedro Almodóvar le echó el ojo para rodar escenas de su película Julieta. Sembrado de casas marineras a los pies del mar, este acogedor rincón de la ría de Ares ha convertido su arquitectura singular en uno de sus principales valores.

3. Pena Corneira (Leiro – Ourense). Con 675 metros, constituye un referente visual desde cualquier punto del valle del Avia. Al cuerno de piedra (10 metros en vertical) es posible llegar a pie cubriendo la ruta de senderismo que comienza en el parque fluvial de Leiro. De unos nueve kilómetros, el camino está acondicionado con pasarelas y escaleras en los tramos más abruptos.

4. Piornedo (Cervantes – Lugo). Enclavada en pleno corazón de Os Ancares, la aldea prerromana se ha hecho muy popular gracias a esa imagen icónica de las pallozas. Declarada Conjunto Histórico-Artístico, antiguamente esas viviendas tradicionales daban cobijo a los habitantes de la zona y hoy se usan como establo para los animales. De planta oval, circular o elíptica, sobre ella se asienta un tejado en forma de cono hecho de paja de centeno, brezo o piorno. Las paredes son de mampostería.

5. Souto de Rozabales (Manzaneda – Ourense). Es uno de los monumentos naturales con más renombre de la provincia de Ourense y da cobijo a castaños que están a punto de cumplir un siglo. Especial mención merece el castiñeiro de Pumbariños, con más de 12 metros de perímetro, y una copa que sobrepasa los 20 metros entre puntas.

6. Cabo Fisterra (Fisterra – A Coruña). Con paisajes agrestes, playas impresionantes y una puesta de sol que se pierde en la inmesidad del océano, debe su nombre a los romanos (finis terrae). Este lugar fue considerado durante siglos el límite de las tierras conocidas y hoy en día ha adquirido un simbolismo especial para los peregrinos que, en muchos casos, continúan su periplo hasta el cabo.

23 oct 2018 / 17:31
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