Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h
VIOlENCIA. Varios de los crímenes más mediáticos y violentos de los últimos tiempos se cometieron los días que el satélite lucía con su máximo esplendor // El Chicle, los padres de Asunta, Abet o Marcos Miras ‘actuaron’ en la fase llena TEXTO Antonio P. Fidalgo

¿Influye la luna? Tomás Gimeno se llevó a sus hijas y David Oubel mató a las suyas en dos días de plenilunio

El pasado 27 de abril la luna llena brillaba con su máximo esplendor sobre la isla de Tenerife. El tinerfeño Tomás Gimeno había pasado la jornada con sus hijas Anna, de 1 año, y Olivia, de seis, algo bastante habitual desde que se produjo la separación de su pareja, la madre de las niñas, Beatriz Zimmermann. Ella acudió a la casa de su exmarido a recoger a las pequeñas sobre las 21.00 horas, pero no estaban, le llamó por teléfono y él le dijo que las había llevado a cenar y que en cuanto acabaran se las llevaba al domicilio de la madre. Nadie desconfiaba, sin embargo Tomás Gimeno desapareció con Anna y Olivia sin dejar nada más que un rastro: la sillita de sujeción de la pequeña apareció flotando en el mar cerca de donde también se localizó un barco del padre.

La separación no había sido nada amistosa y a Tomás, hijo de una conocida familia de la isla y sin problemas económicos, no le gustó nada que Beatriz hubiera encontrado nueva pareja y que sus hijas pudieran pasar a tener otro papá. Pero nadie en el entorno de ambas familias esperaba nada. Lo cierto es que ya pasaron dos semanas y no se sabe del padre y de las hijas.

Se les sigue buscando con la hipótesis inicial de que pudo haberlas matado y suicidarse él a continuación en el océano aunque se abrieron otras líneas de investigación y se mantiene la esperanza de que las hubiera secuestrado y se encuentre en algún país de Sudamérica: “Nunca más nos volverás a ver, ni a mí ni a las niñas. Pero puedes estar segura de que las cuidaré bien”, le dijo a su exmujer en la última conversación que mantuvieron antes de que su teléfono fuera desactivado.

Dos cosas son ciertas: Tomás Gimeno desapareció con sus hijas y esa noche el sol y la luna estaban alineados y, por tanto, era plenilunio (luna llena). A partir de ahí uno puede preguntarse si en esta época la actividad criminal se dispara.

Para hablar del influjo de la luna en los humanos en Galicia siempre nos queda el socorrido caso, de principios del siglo XX, de Manuel Blanco Romasanta, el Hombre Lobo de Allariz, autor confeso de trece asesinatos que se libró del garrote vil por tratarse del único caso documentado de licantropía clínica.

Sin llegar al extremo del hombre que se convierte en hombre lobo. Otro plenilunio, un 31 de julio de 2015, el sádico de Moraña, David Oubel Renedo, actuó inicialmente de una forma muy similar al tinerfeño Tomás Gimeno: secuestró a sus hijas, Candela y Amaia, de nueve y cuatro años, con la intención de no devolvérselas a su madre. Lo que hizo después fue una de las mayores atrocidades que se recuerdan: se encerró con ellas en su casa, las drogó y después decapitó con una sierra radial. Eran las primeras horas de la mañana tras una noche de fiesta en la que la luna llena brillaba con todo su esplendor sobre una carballeira en la que las pequeñas pasaron sus últimas horas con vida.

¿Fue una coincidencia que dos padres que secuestran a sus dos hijas con la intención de vengarse de sus exmujeres una noche de plenilunio en lugares tan distantes como Galicia y las Islas Canarias? ¿Hay que asociar luna llena con violencia como nos hacen ver en mucha películas de terror?

Curiosamente un estudio realizado por investigadores del Hospital Universitario de La Candelaria, en Tenerife, muy cerca de donde vive Tomás Gimeno, que fue publicado en la revista European Journal of Emergency Medicine constata que la fase en que se encuentre la luna no tiene incidencia alguna en la frecuencia de actos violentos. El trabajo, realizado por el médico Salvador Núñez, la epidemióloga Lina Pérez y el matemático Jaime Aguirre, recoge el análisis de 1.100 casos de pacientes atendidos durante un año en el servicio de Urgencias por haber sufrido actos violentos o agresiones, y llegó a la conclusión de que “esta creencia popular tiene más que ver con la curiosidad literaria que con una visión científica sólida”. La investigación partió de un informe sobre la violencia centrado en la doméstica.

Regresando a Galicia es preciso reseñar que, por ejemplo, José Enrique Abuín Gey, el Chicle, acabó con la vida de Diana Quer el 21 de agosto de 2016 en otra noche de luna llena (el plenilunio era el 18); Alfonso Basterra y la fallecida Rosario Porto, los padres de Asunta, mataron a su hija el 21 de septiembre de 2013... un día después de que el satélite se encontraba en su máximo esplendor; José Luis Abet asesinó a tiros a su exmujer, su exsuegra y su excuñada el 16 de septiembre de 2019 menos de 48 horas después del punto más álgido de la luna llena o que Marcos Miras (7 de mayo de 2017) y José Luis Deus (2 de octubre de 2010) mataron a sus hijos cuando se acercaba al día en que el astro nocturno con más intensidad brillaba. Por el contrario, una mujer, Ana Sandamil Novo, asfixio a la pequeña Desirée el 3 de mayo de 2019 que era una noche de novilunio o luna nueva.

Algunos estudiosos sostienen que “la Luna llena tiene un influencia muy amplia, que incluye los tres días anteriores y posteriores al plenilunio. En esta fase el ánimo está inquieto y dispuesto para hacer cualquier cosa”. ¿Incluso acabar con la vida de dos hijas?

11 may 2021 / 09:50
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
TEMAS
Tema marcado como favorito
Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.