Jorge Drexler iniciará su gira en Ferrol para presentar ‘Tinta y tiempo’
Esta será su primera parada en territorio español para ofrecer sus nuevas canciones

Madrid. Ferrol es el lugar elegido para que el cantautor uruguayo Jorge Drexler (Montevideo, 1964) inicie su gira por España en 2023 y, en esta primera parada, ya se encontró con el éxito: un auditorio de la ciudad casi sin entradas disponibles para paladear sus primeros temas y los de su reciente Tinta y tiempo.
Esa respuesta de la audiencia “es una alegría muy grande”, afirmó en una entrevista con EFE, en la que señaló que desde que empezó su “relación con la música y a vivir profesionalmente” de ella, “con 30 años”, le sucedieron “cosas que ni soñaba”.
Aludió a un “proceso muy lento” porque en sus “primeros diez años en España” las cosas “fueron muy despacito”. No le “salían bien” en lo comercial, pero no podía “estar más contento” con el balance de una década, de 1995 a 2005, en la que lanzó “cuatro discos que pasaron desapercibidos” en ventas y que, en cambio, a él le marcaron.
“Me dieron muchas alegrías personales y artísticas; empecé a vivir de la música a los 30, relativamente bien a los 40 y un poco mejor a los 50”, reconocía Drexler, que sostuvo que su periplo arrancó “tarde”, pero que le duró “mucho el entusiasmo” y siente que se está “descubriendo todavía” ante el público.
Hay algunas modificaciones en su propuesta escénica y manifestó que con “el paso del tiempo” fue aprendiendo “a pulir las herramientas sonoras y audiovisuales del concierto”, que está, resalta, “muy trabajado y muy rodado”.
Es, de hecho, “la primera vez” que se sube a las tablas con gran presencia de mujeres en su banda, tres entre seis componentes, el 50 %, y eso le deja una “sensación muy novedosa”, la de que la “demografía de género del escenario es similar a la de la audiencia”.
Jorge Drexler admitió que hay consecuencias, como que el “tipo de musicalidad es diferente” al momento en el que la “mayoría eran hombres”, y valora como Tinta y tiempo maneja el equilibrio entre colaboraciones con voces consolidadas, caso de Rubén Blades, o la emergencia de fenómenos como el de C. Tangana.
“Siempre me gustó tener la discoteca y las orejas abiertas; no creo en la nostalgia, en que la música buena se hacía antes y ahora es una mierda, no lo he creído ni en los 70, ni en los 80 ni ahora”, apostilló el uruguayo. Redac.