La popularidad de los juegos de azar en nuestro país
Desde tiempos remotos, los seres humanos han realizado apuestas en torno a diferentes eventos o juegos, desde dinero hasta caballos, pasando por terrenos, por lo que los juegos de azar son una forma de entretenimiento que ha estado presente en nuestras vidas. Hay quién diría que estas se realizan desde épocas anteriores al propio Jesucristo. No obstante, es cierto que no se establecieron como institución hasta que, en el siglo XVII, la ciudad italiana de Venecia abrió el primer casino conocido (que sigue activo a día de hoy). Una vez se abrió el primero, comenzaron a extenderse por todo el mundo, siendo en principio un lugar en el que se reunían las altas esferas, de ahí que en el mundo audiovisual se representen como un lugar elegante.
En la actualidad hay muchas salas de ocio y casinos que son emblemáticos, ya que se ha generado una imagen de ellos que atrae turismo, como el Gran Casino de Montecarlo, Las Vegas, el Gran Casino de Madrid o el Casino La Toja en Pontevedra; aunque también es cierto que ha tomado auge otro tipo de salas de juegos, el casino en vivo, una versión en línea de los tradicionales, que se generaron tras la extensión del uso de la red y el nuevo público que esta ha generado. Aunque los casinos tradicionales cuentan con 300 años de historia a sus espaldas, lo cierto es que muchos de ellos ofrecen ya su versión online. Además, estos ofrecen cosas que los establecimientos originales no tenían, como la facilidad de acceso a cualquier hora y en cualquier momento sin desplazarnos a ningún lugar.
Volviendo a nuestro país, podemos decir que estos tipos de juego son parte de la historia. Y es que ya existían antes de la invasión romana. Sin embargo, fue durante ese periodo cuando se hicieron más populares. De la misma manera, existen ciertas referencias a una especie de salas de juego en la Edad Media, en las que las clases más altas realizaban apuestas como ya ocurría en Hispania. Aunque hay quién afirma que fueron los árabes los que introdujeron los juegos de cartas y la baraja actual española, que parte de los palos de la baraja árabe con copas, monedas, bastones y cimitarras.
Ya en el siglo XIX, aparecían en España las primeras salas de juego o recreativos. Como ya pasaba anteriormente, eran lugares de tipo exclusivo al que solo podían acceder ciertas clases con cierto poder adquisitivo. Se dice que la idea de los mismos venía de los clubes de caballeros ingleses. Pero no todo ha sido bueno en la historia para ellos, ya que durante el siglo XX, Miguel Primo de Rivera, general durante la dictadura, los prohibió. Esta prohibición duró hasta dos años después de la muerte del caudillo, publicándose en 1977, en el Boletín Oficial del Estado, el Decreto por el cual se regulaba este tipo de actividades.
En la Península Ibérica tanto los casinos como los juegos de azar han sido parte de la historia, estando presentes en muchas de las culturas y poblaciones que han pasado por la misma, por lo que no es de extrañar que sean tan populares en la actualidad.