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ENTREVISTA
Ana Freire. Doctora en Ingeniería en Informática

“La tecnología, hoy más que nunca, pide diversidad de género”

El Colexio Profesional de Enxeñaría en Informática de Galicia participó ayer en la novena edición del Día Internacional das Rapazas nas TIC, ICT-Go-Girls!, organizada junto a la Secretaria Xeral de Igualdade y al Cesga. El evento fue creado para motivar a las nuevas generaciones de chicas con el fin de que consideren las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) como un ámbito idóneo para su desarrollo académico, investigador y profesional.

Ana, claramente eres un ejemplo de que las TIC no pertenecen a ningún sexo. ¿Alguien te motivó a estudiar Ingeniería en Informática o salió de ti?

Pues en mi caso, he de decir que no estudié una carrera técnica por seguir un referente en concreto, quizá porque en ese momento, lamentablemente, los referentes femeninos en tecnología apenas se daban a conocer. Fue gracias a que mi familia me mantuvo muy en contacto con el mundo científico-tecnológico, en parte por el negocio familiar, del campo de la automoción, y en parte porque parte de mis juegos solían ser tecnológicos: microscopios, juegos de exploración, un ordenador... Esto demuestra lo importante que es la familia para abrir puertas y así enriquecer el futuro de las niñas (y también de los niños).

Por desgracia, sigue habiendo profesores y padres que piensan que tu titulación es de chicos. Y eso frena muchas vocaciones, ¿verdad?

Por supuesto, eso frena muchas vocaciones, especialmente en edades tempranas, que es cuando se desarrollan los estereotipos de género. Es una concepción errónea clásica que, desafortunadamente, sigue presente en ciertas personas, de ahí la importancia de todas las iniciativas que luchan por romper estos estereotipos, porque la tecnología, más que nunca, pide diversidad, de todo tipo, y sobre todo de género.

Imagino que en tu clase erais pocas chicas. ¿Cómo se lleva eso? ¿Has tenido que enfrentarte a estereotipos?

Sí, en mi clase seríamos en torno a un 10-13 % de chicas y a nivel laboral, aunque he trabajado en algunos grupos con balance de género, todos mis jefes han sido siempre hombres. Nunca me cerraron puertas por ser mujer, pero sí he vivido anécdotas causadas por estereotipos de género, aunque nada me ha impedido continuar mi carrera profesional tal y como yo quise. Quizá también me ha ayudado mi carácter, pues lo que es indudable es que a veces, estando en minoría, tienes que alzar más la voz para que te escuchen.

De hecho, lideras Wisibilízalas, un concurso internacional para romper estereotipos de género asociados a estudios científico-tecnológicos. Desde que existe, ¿cómo ha evolucionado?

Todo empezó en 2012, cuando fui finalista de la Google Anita Borg Scholarship, y me invitaron a ir a la sede de Google en Zurich. Allí entré en contacto con muchas mujeres, estudiantes de tecnología, con grandes inquietudes. Desde ese momento, Google nos ofreció apoyo para organizar eventos con el objetivo de promocionar la tecnología entre el público femenino. Cuando todavía estudiaba en la Universidade da Coruña, organizamos un concurso dirigido a colegios de secundaria de Galicia y ya posteriormente, cuando entré en la Universitat Pompeu Fabra, quise hacer algo más grande y lancé Wisibilízalas. Cinco años más tarde, se ha convertido en un concurso internacional, en el que han participado más de 3.700 estudiantes de 5 países diferentes, y que han conocido a más de 650 mujeres referentes en tecnología. Su objetivo principal es generar referentes femeninos en estudiantes (chicas y chicos) de primaria y secundaria. Pero además, estos referentes deben ser mujeres actuales y cercanas trabajando en tecnología, de las que tienen que crear una página web, entrevistarse con ellas... En resumen, acercarse a ellas para que les puedan servir de inspiración. Al mismo tiempo que rompe estereotipos, Wisibilízalas fomenta la creatividad, el trabajo en grupo y las competencias digitales.

¿Cuáles serían tus referentes femeninos y por qué?

Admiro a las mujeres que se reinventan, sobre todo ante la mirada de aquellas personas que piensan que reinventarse es un fracaso, por desviarse de su trayectoria. He tenido la suerte de conocer a mujeres que han sabido adaptarse al frenético cambio que la tecnología ha supuesto, especialmente en el ámbito laboral. Admiro a mujeres que, viniendo de una rama muy alejada de la tecnología, han sabido formarse y adaptarse al nuevo mundo tech y han desarrollado una carrera profesional exitosa que en principio parecía muy lejana. La mujer que se reinventa demuestra que tiene coraje para afrontar nuevos retos, motivación para aprender y ganas de hacer lo que realmente quiere.

La vuestra es una titulación claramente transversal, pues trabajas aplicando la inteligencia artificial a diversas necesidades sociales como la salud mental. ¿Podrías hablarnos de esto para que nos hagamos una idea los lectores y yo?

El proyecto STOP (Suicide prevenTion in sOcial Platforms) es una iniciativa multidisciplinar en la que trabajamos ingenieras, psicólogos, psiquiatras y terapeutas de 7 nodos a nivel nacional e internacional con el objetivo de estudiar problemas mentales en redes sociales. Mediante algoritmos de inteligencia artificial, buscamos patrones comunes a usuarios de alto riesgo de suicidio, depresión o trastornos de la conducta alimentaria. De este modo, nuestros algoritmos nos permiten definir unos perfiles (demográficos, de intereses...) en función de las palabras usadas, la actividad en las redes e incluso las imágenes subidas. Con estos perfiles, definidos de modo completamente anónimo, lanzamos una campaña en Navidades, en Instagram y Facebook, dirigida a usuarios que encajaban en dichos perfiles. Esta campaña se ejecutó en forma de stories o feeds mostrando el Teléfono de la Esperanza o el teléfono de Prevención del Suicidio, en colaboración con la Fundació Ajuda i Esperança. Llegó a más de 600 mil personas y las llamadas provenientes de redes sociales a estos servicios de apoyo emocional aumentaron un 60 %.

Impresionante, Ana. Y si una chica quiere estar vinculada al mundo del Derecho, ¿con la Ingeniería en Informática puede estar cerca de él?

Sí, y me atrevería a decir que cualquier disciplina se puede complementar con informática o ciencia de datos. El carácter tan flexible y transformador de la tecnología hace posible su aplicación en diferentes ámbitos, entre ellos, el Derecho. De hecho, se espera una trasformación digital en este ámbito que reducirá el tiempo de resolución de aquellos procesos más mecánicos.

Recibiste varios premios por tu talento. ¿Te gustaría competir en una categoría que no fuese exclusivamente femenina o sentirías que no estarías en igualdad de condiciones?

Sentiría no estar en igualdad de condiciones si la competición fuese de niveles de testosterona, pero no es el caso (sonríe). Espero que nadie se plantee realmente esta pregunta anacrónica. Los certámenes dirigidos a mujeres en el ámbito STEM nacen con el objetivo de dar una mayor visibilidad al talento femenino, debido a que durante años se ocultó injustamente detrás de muchos nombres masculinos, pero no significa en absoluto que no estemos en igualdad de condiciones. El primer algoritmo, la wifi, el libro electrónico... son solo algunos ejemplos de desarrollos tecnológicos en los que el talento de una mujer ha tenido un papel decisivo, pero no reconocido en la mayoría de los casos. Estos certámenes pretenden poner a la mujer en el lugar que le corresponde, no facilitarle las cosas.

Está claro que estáis cambiando el mundo. Sin la informática... ¿el mundo se para?

Ya no nos podemos plantear un mundo sin la informática. De hecho, gracias a ella hemos podido afrontar de mejor modo una pandemia mundial. Son tantos los beneficios que aporta, que lo que tenemos que hacer es seguir haciendo un buen uso de ella, que nos haga progresar como sociedad, siempre y cuando controlemos sus riesgos, claro está.

Premiada...
... Y dinámica

Dirige el Centro de Estudios de Sostenibilidad de la Universitat Pompeu Fabra. Recibió numerosos reconocimientos por el impacto social de su investigación, entre los que destaca el Premio al Talento Xove Femenino Investigador y el galardón Ada Byron.

En primera persona. “Me considero una persona muy dinámica, me gusta aprender cosas nuevas, incluso lejos de mi ámbito, y ver posibles intersecciones. Y esto lo extrapolo también a nivel personal: viajar y conocer nuevas culturas es a lo que dedico mi tiempo libre, aunque ahora he tenido que relajar el ritmo de mis viajes por la pandemia. Mi objetivo: visitar más países que años tengo... estoy cerca de cumplirlo (sonríe)”.

23 abr 2021 / 01:00
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