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ENTREVISTA
Ghaleb Jaber Ibrahim Presidente de la Fundación Araguaney

“La verdadera riqueza está en la capacidad de compartir”

{Palestina, 1950} Nacido en la aldea de Einabus, Ghaleb Jaber Ibrahim se vino a la vieja Europa a estudiar Medicina, y después completaría su formación con un máster en Economía y un doctorado en Periodismo. Lleva cinco décadas viviendo en Santiago, donde reconoce que no le resultó fácil abrirse camino. Empresario de dilatada trayectoria y pionero en el audiovisual, es un firme defensor de la causa palestina, y con el objetivo de visibilizarla puso en marcha en 1984 la Fundación Araguaney-Puente de Culturas.

Están recientes las elecciones autonómicas con mayoría absoluta y caras nuevas. ¿Considera que para mejor? ¿En qué medida influirá este resultado en nuestras vidas?

Intentar predecir el futuro siempre me ha parecido temerario y ahora, ya casi llega con que nos pongamos todos a una, para que el futuro exista.

En cuanto a las elecciones, constatar la abrumadora mayoría de Alberto Núñez Feijóo y a mi entender, el cariz identitario del voto. Ha ganado la Galicia galleguista y la Galicia nacionalista.

En una conversación con amigos al principio de la campaña, comentábamos lo siguiente: hay partidos que presentan candidatos que son el mayor atractivo en su estrategia de campaña y hay otros que tienen que traer a gente de Madrid como tirón para la suya. También suele coincidir que los de aquí hablan más de Galicia y los que vienen de fuera lo hacen más de España. Galicia y/o España, esta es la cuestión.

Todavía colean los amargos estertores del coronavirus. ¿Qué debemos hacer?

Mirar a la historia y ser conscientes de que una pandemia es una crisis sanitaria muy grave. Que a pesar de ello, se está reaccionando para acortar y reducir las consecuencias como nunca antes se había hecho. Aplicar la máxima responsabilidad ciudadana en la prevención del contagio. Aprovechar una circunstancia tan especial para recordar a los políticos la prioridad absoluta del bien común, del interés social, sobre cualquier deriva particular o partidista.

¿Practicó el teletrabajo? ¿Con qué resultados? ¿Considera que llegó para quedarse?

El incremento de la opción del teletrabajo era una tendencia evidente antes de la pandemia que por todo lo ocurrido se ha acelerado. Ahora bien, tanto antes como ahora, es necesario hacer el proceso de adaptación que permita adecuar el ciclo productivo a la nueva situación. Es además, una oportunidad importante para el reconocimiento y adaptación de los derechos laborales. Creo que lo nuevo es la caída de tópicos muy instalados hasta la fecha: el concepto del incontrolado beneficio frente a la responsabilidad social o la indispensable capacitación profesional justamente remunerada frente al trabajo precario y sin expectativas.

¿Cambiarán mucho sus vacaciones? ¿Dónde las disfrutó en el pasado y qué hará este verano?

Una cosa que no cambia, de momento, es el diferente concepto que tienen las vacaciones cuando eres empresario. En este caso, las vacaciones van relacionadas con conseguir momentos de descanso sin dejar de ocuparte nunca de lo que pasa en tus empresas. La habilidad para delegar es uno de los mayores éxitos personales y profesionales en el mundo de los negocios.

Disfrutaré las vacaciones igual que siempre, en el entorno habitual con la familia y amigos.

¿Qué se puede hacer en un mundo tan desigual con millones de personas desnutridas, desplazadas, enfermas y sin recursos tras la pandemia?

La desigualdad del mundo es el gran problema de la humanidad mucho antes de la pandemia. Y aunque contribuye a empeorarla, sería un error establecer esta crisis como algo que define la creciente diferencia entre unos y otros. Parece necesario no dejar de preguntarse nunca, que estoy haciendo o que estoy dando por bueno sin cuestionármelo y que puede contribuir a esta injusta brecha.

¿Para quién su aplauso en estos meses negros y quién merece su rechazo?

Mi aplauso para la generosidad, el esfuerzo, la aportación de soluciones, la honestidad, el altruismo anónimo y sin búsqueda de retorno. Mi rechazo al innecesario protagonismo político y/o social, a la ineptitud en la gestión, al espectáculo mediático, a la inmoralidad, a la irresponsabilidad de una parte de los ciudadanos.

El uso de las mascarillas levanta polémica en ciertos ámbitos. ¿Le parece que las medidas adoptadas son las más convenientes para “salvarnos” del virus?

Creo en la dificultad de tomar medidas en una situación desconocida y que exige tanta inmediatez en las respuestas. Creo en la honestidad de aquellos que tienen que asumir esta responsabilidad. Creo en el esfuerzo de la ciencia para llegar a la solución cuanto antes. Y del mismo modo me reafirmo en todo lo que rechazo, ya manifestado en la pregunta anterior.

¿Teme que las consecuencias económicas puedan variar sustancialmente nuestra existencia?

Hablar de existencia en estos momentos puede sonar apocalíptico. De igual forma, pensar que en el final de este siglo el planeta va a ser parecido al actual, me parece ingenuo.

En cuanto a temer las consecuencias económicas, es como fiar al futuro lo que ya es una realidad. El autoengaño como fórmula de supervivencia. La profecía autocumplida. Parece mejor dejar de temer y ocuparse.

Cuando un jubilado actual vive mejor y con una mayor expectativa económica que un hijo, el temor al futuro es una pérdida de tiempo. Cuando la decisión es elegir entre la precariedad laboral o un subsidio, más de lo mismo. Cuando tener descendencia es un proyecto casi imposible de llevar a la práctica. Cuando la reacción ante esta situación es imperceptible. Cuando ocurre todo esto, temer y fiar al futuro es poco operativo.

¿En qué orden de preferencia situaría familia, profesión, estudio, relevancia social o amigos?

Familia, estudio, amigos, profesión, relevancia social.

Dentro de sus responsabilidades profesionales, ¿en qué proyecto está centrado ahora?

Estoy centrado en el día a día como la mejor apuesta por ese futuro que de momento no existe. Y con dos ejes fundamentales, mi familia y la responsabilidad social llevada hasta el máximo de mis posibilidades. Es una forma de egoísmo como otra cualquiera ya que pretendo hacer todo aquello que me produce las mayores satisfacciones personales.

¿Alguna persona tuvo influencia en momentos clave de su vida? ¿Cuál es el mejor consejo que recibió y de quién?

Mi madre, de la que todavía puedo disfrutar, es mi referencia y guía. Requina, mi mujer, compañera y madre sin igual, con la que he afrontado las pequeñas y grandes decisiones. Mis hijos que dan sentido a la vida que he elegido y trascendencia a través de mis seis adorables nietos.

La aportación del equipo humano que me ha acompañado a lo largo de estos 45 años como empresario. De todos he aprendido y a todos les agradezco su generosidad.

Y además, es una constante en mi experiencia diaria, el recuerdo del sabio Ibrahim, mi abuelo. Por compartir alguna de sus reflexiones, ahí van las siguientes:

“Con cultura sólida y esfuerzo constante se logra ser una estrella con luz propia”.

“Los errores siempre dejan huella como las heridas cicatrices”.

“Un hombre bueno siempre es un hombre sabio”.

“El destino no se busca, se encuentra”.

“La verdadera riqueza está en la capacidad de compartir”.

Dicho esto y por mi parte, nada más podría aportar.

29 jul 2020 / 00:00
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