Los cambios en los planes de ocio

La pandemia del coronavirus forma parte de la vida actual de todo ciudadano, no solo en el sentido de la situación de emergencia sanitaria, sino también en todos los aspectos de la vida diaria, debido a las restricciones que se han estado llevando a cabo desde el mes de marzo del pasado año 2020.

Las limitaciones de movimiento, del número de personas por reunión y de horario, entre otras restricciones, ha llevado a la gente a cambiar notablemente su estilo de vida: se han dejado de lado las fiestas multitudinarias para dar paso al ocio en grupos reducidos, mucha gente ha huido de la superpoblación de las ciudades y, en estos momentos, residir en pueblos o zonas de baja densidad poblacional es otra de las tendencias, lo que ha llevado a muchos a reformar casas antiguas o, incluso, a adquirir nuevas viviendas, aprovechando las facilidades de las hipotecas online.

Lo que está claro es que la vida ha dado un giro de 180º y que es necesario adaptarse a la denominada “nueva normalidad”. Pero, ¿cuáles son las mejores formas que existen para mantener una buena calidad de vida en estos momentos?

Tal y como se adelantaba anteriormente, han sido numerosas las restricciones que han ido afectando a las distintas Comunidades Autónomas a lo largo de los últimos meses. Desde límites perimetrales de entrada y salida de ciertas localidades, hasta toques de queda y adelantamiento del cierre de todo tipo de establecimientos, sin olvidarnos de las limitaciones en el número de personas que se pueden juntar, ya sea en lugares de ocio o en un domicilio particular.

Esto ha llevado a buscar nuevas alternativas de diversión, siendo una de las más populares las reuniones en entornos privados, siempre y cuando se mantengan todas las medidas de seguridad y se cumplan todas las restricciones establecidas.

Otra de las grandes opciones hoy en día son los planes en el exterior, con el fin de garantizar la seguridad de todos: las salidas al campo, las escapadas rurales o los planes en la playa y la montaña, para los más afortunados, han sido la mejor alternativa de ocio posible.

Muchas personas, tras estas escapadas esporádicas a ciertos pueblos, a ciudades costeras o a entornos naturales alejados del bullicio de la ciudad han tomado una importante decisión: ¡hacerse con una segunda vivienda para disfrutar de estos planes en su propia casa!

Son muchas las ventajas asociadas a esta acción, ya que no solo se consigue un lugar fijo donde desconectar del día a día, sino que se puede convertir en una buena inversión a largo plazo.

● En estos momentos, ha incrementado notablemente la oferta de viviendas debido a la situación económica actual, de este modo, también podemos encontrar múltiples condiciones favorables para hipotecas, ya sean de interés variable, fijo o mixto.

● Desde una perspectiva más económica, se puede aprovechar esta oportunidad para adquirir una segunda vivienda, no solo para aprovecharla durante fines de semana y vacaciones, sino también como medio para conseguir un beneficio monetario, ya que si la alquilas, ese alquiler te puede ayudar a ir pagando la hipoteca.

● El cambio de ubicación, asociado a todos los beneficios que ofrece un lugar tranquilo, alejado de la ciudad, puede llegar a incrementar la calidad de vida, incrementando el bienestar personal de los propietarios.

Pero, antes de adquirir una segunda vivienda, hay que tener claros varios aspectos, empezando por la ubicación en la que se quiere adquirir la misma y la oferta de dicho lugar o el uso que se le va a dar.

Además, es importante conocer una serie de aspectos legales acerca de las hipotecas para segundas viviendas:

● Mientras que en la financiación de la compra de una vivienda habitual los bancos suelen conceder hasta un 80% sobre el valor de la tasación o de la compraventa (el menor de los dos), en la financiación de una segunda vivienda suelen conceder un porcentaje menor, en torno al 60 y el 75%.

● El plazo de pago total de la hipoteca es inferior que en las hipotecas de vivienda habitual. Mientras que la hipoteca de una vivienda habitual el plazo suele estar entre 30 y 40 años en la mayoría de los casos, el plazo de una hipoteca de una segunda vivienda suele estar en torno a máximo de 25 años.

Todo lo anteriormente mencionado se traduce en una serie de requisitos imprescindibles para solicitar una hipoteca para una segunda vivienda, resultado del incremento de riesgo que esta financiación supone para los bancos.

Para empezar, como el porcentaje sufragado es menor, se necesita un mayor volumen de ahorros inicial. Asimismo, al pagarse en un margen de tiempo inferior, las cuotas son más altas y, por ende, los ingresos mensuales del futuro propietario deberían ser también más elevados.

Puede parecer que son muchas las condiciones necesarias para solicitar una hipoteca para una segunda vivienda, pero también hay que darse cuenta de que el resultado que se consigue es sumamente satisfactorio y con beneficios.

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