Los podólogos recomiendan evitar el calor directo en pies

Santiago. Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas, llegan una de las lesiones tradicionales de los pies en esta época del año, los sabañones. Denominado científicamente como eritema pernio, se manifiesta por el enrojecimiento e inflamación de pequeños vasos sanguíneos de la piel generalmente de la punta de los dedos de los pies, manos e incluso orejas que provoca dolor y picor.

El Colexio de Podólogos de Galicia asegura que su principal causante es una exposición prolongada al frío, que provoca que la circulación de la sangre empeore debido a la vasoconstricción por las bajas temperaturas. La entidad destaca que esta patología es más común y severa en pacientes que ya padecen de una mala circulación de base.

“Las lesiones se identifican fácilmente, pues son rojas azuladas y se presentan frías al tacto. Además, pueden formarse ampollas o costras y, en casos más graves, los pacientes pueden sufrir secuelas atróficas y deformidades. Lo más común es que los sabañones desaparezcan en menos de una semana” –asegura el presidente del Colexio, Juan Dios–.

Por el momento, Juan Dios señala que no existe ningún tratamiento que sea eficaz para su cura. Sin embargo, añade que se pueden recomendar pomadas antiinflamatorias y antibióticas para evitar la sobre infección de las heridas y algún corticoide tópico para calmar el picor para aquellos pacientes con mucha inflamación.

¿QUÉ SE PUEDE HACER PARA PREVENIR SU APARICIÓN? Si se utiliza ropa y calzado aislante del frío, se reducirán las posibilidades de sufrir sabañones.

Evitar los contrastes fuertes de frío-calor. En muchas ocasiones se está durante un período de tiempo prolongado delante de una estufa o calefactor o con bolsas de agua caliente en los pies y posteriormente salimos a la calle, “un grave error que puede traer consecuencias”.

Hidratar los pies. Un pie con una buena circulación es menos propenso a sufrir sabañones y esto se consigue con una buena e constante hidratación en la articulación.

Dar masajes en los pies y mover las piernas, si se pasa mucho tiempo sentado, para favorecer la circulación.

La dieta también puede influir. Se deben tomar alimentos ricos en magnesio, calcio y vitaminas E, K y C.

Beber agua con frecuencia es imprescindible ya que la deshidratación puede enfriar los pies.

Aplicar cremas con vitamina F y ácidos grasos activadoras de la circulación. Se aplican en las zonas articulares, zonas varicosas y en la piel sensible al frío y la humedad. “La piel necesita cuidados de carácter graso, protector y conservador del calor” –argumentan desde el Colexio–.

PIES FRÍOS, ¿POR QUÉ? Es muy común que una persona diga que tiene los pies fríos en invierno. El Colexio de Podólogos de Galicia explica que, en ocasiones, puede darse esta situación únicamente como consecuencia del mal tiempo, pero se debe tener precaución ya que puede ser síntoma de enfermedad. “Con el frío intenso y la humedad es necesario prestar un buen cuidado a los pies, especialmente en ciertos sectores de la población como los más jóvenes, personas mayores, diabéticos o personas con anemia. Las posibles causas de los pies fríos son los problemas circulatorios y neurológicos, un calzado inadecuado, ya que según los podólogos debe ser aislante, el exceso de sudor o hiperhidrosis, y una movilidad insuficiente.

Además de los sabañones, el Colexio de Podólogos de Galicia destaca que otras lesiones que pueden aparecer en los pies en invierno son la congelación o dermatosis extrema, cuando la zona afectada se pone de color violáceo, el fenómeno de Raynaud que se produce cuando las arterias de los dedos de los pies reaccionan de forma exagerada a las distintas temperaturas provocando que la piel se ponga blanquecina y con zonas distales rojas; la acrocianosis y la eritrocianosis, enfermedades en la piel por la sensibilidad al frío por una dilatación de los nervios y vasos sanguíneos, que incluso puede causar úlceras. Ante alguna lesión como esta, el Colexio de Podólogos de Galicia recuerda que el paciente debe acudir a un podólogo para conocer su diagnóstico y tratamiento. redacción