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Talento ‘O descoñecido máis coñecido’ es una obra homenaje escrita por Manuel Curiel// Está prologada por Mavisa Rodríguez, la profesora de literatura que lo hacía leer en clase TEXTO Ana Martínez

Luis Tosar, en un libro: del niño que buscaba oro a ganar tres goyas

Luis Tosar cumplirá medio siglo en 2021 y, pese a su popularidad y a sus tres premios Goya, no es tanto lo que se sabe de él. Al menos, hasta ahora, pues la profesora que descubrió a aquel talentoso chico y uno de sus buenos amigos aportan luz en un libro sobre un niño pequeño que quería oro.

Luis nació el 13 de octubre de 1971 en Xustás, en Cospeito, municipio de la comarca de A Terra Chá situado a 28 kilómetros de distancia de la capital provincial, Lugo. Su pueblo le regaló en septiembre de 2011 al hombre que fue un crío que se vestía de aventurero y trataba de encontrar metales nobles río arriba un “día de recuerdos” al que asistieron vecinos, familiares y admiradores.

Sus padres son Luis (oriundo de Cospeito) y Alicia (de la localidad cercana de Castro de Rei). Su progenitor empezó de sastre, hacía trajes a medida, un oficio que aprendió en la mili cuando los confeccionaba para los regulares de Tetuán. También cortinas, que su hijo le ayudaba a colocar y montar.

Cuando los grandes almacenes empezaron a traerlas hechas, cambió de oficio. Montó un bar, el Rufinos. Al abuelo del intérprete le llamaban el Rufino y de ahí tal apodo. Y, de la aventura hostelera, a otra.

Toda la familia se fue a Lugo, donde Luis padre empezó con los recambios de automóvil. Primero vivieron en el Barrio da Fervedoira y después en Frigsa, al lado del auditorio Gustavo Freire.

Luis estudiaba en los maristas y su hermana, Pilar, en A Milagrosa, en la Plaza de Ferrol. Él acompañaba a ella en muchas ocasiones, porque las monjas tenían un grupo de actividades llamado Mocidades Marianas Vicencianas en el que hacían teatro, tómbolas, música y, como en su centro no había chicas, pues Luis se colaba allí.

Tanto él como un amigo suyo aprendieron así a tocar la guitarra a la par que bailaban break dance.

En el instituto Virxe dos Ollos Grandes, Luis coincidió con el cineasta Jorge Coira y con Mavisa Rodríguez López, la profesora de literatura que lo hacía leer todos los días en clase.

Esa docente habla del estudiante ventajoso en O descoñecido máis coñecido, una obra homenaje escrita por Manuel Curiel, colega del artista, que prologa esta educadora y edita el Grupo Fotocinematográfico Fonmiñá, con su presidente Xulio Xiz, otro de los devotos de Tosar, en cabeza.

Mavisa rememora al inicio de las 176 páginas que con sumo respeto recrean el universo familiar y afectivo de Luis Tosar lo ilusionada que estaba con el hecho de sumergirse con aquellos adolescentes que descubrían las artes escénicas. En aquel grupo de segundo de BUP contactó por primera vez con Luis.

Sus cualidades dramáticas lo hacían sobresalir entre todos, dice. No solamente leía bien, pues aparte de eso le daba sentido a los textos y era “capaz de conectar con el cordón umbilical de los sentimientos y de transmitirlos”.

“Mi misión consistió en animarlo a perseverar en ese camino”, apunta Mavisa, que sigue en contacto con el “diamante pulido” en el que se ha convertido el protagonista de Los favoritos de Midas, serie televisiva que se estrenó en Netflix el 13 de noviembre.

Xulio Xiz no se extraña del “imparable ascenso” y no puede más que mostrar la querencia que sienten por su paisano, que desde esta semana tiene una placa en el Paseo do Cine de Lugo, acto al que asistió en nombre del distinguido precisamente su hermana Pilar, pues él no podía por compromisos cinematográficos.

Manuel Curiel, en el trabajo que firma y que en su portada lleva una ilustración de Antón Díaz Caxoto, narra que cuando Tosar, que siguió el consejo de Mavisa, se fue a Compostela a estudiar, lo hizo con la firme idea de hacer teatro. En Santiago se estaba forjando uno independiente que con el tiempo llegaría a convertirse en la primera generación de actores de la televisión autonómica.

La oportunidad le llegó a Luis con la serie Mareas Vivas (1998-2002) en la que encarnaba a un juez de paz de la aldea imaginaria de Portozás. A la vez, inició su singladura cinematográfica, con Atilano, presidente (1998) de La Cuadrilla; Celos (1999), de Vicente Aranda; y Flores de otro mundo (1999) de Icíar Bollaín.

Por este último papel, el primero realmente importante, fue candidato al Goya a mejor actor revelación y aunque entonces no ganó, su rostro empezó a hacerse bien visible.

La interpretación que lo dio a conocer al gran público fue la de José Suárez, el compañero de Santa (Javier Bardem) en Los lunes al sol (2002), tercer largo de León de Aranoa. La cinta obtuvo cinco goyas y Tosar logró el de mejor actor de reparto. A esas alturas, ya nadie ignoraba quién era.

Enseguida, otro momento relevante, al encarnar a un marido maltratador en Te doy mis ojos (2003) de nuevo con Icíar Bollaín. Siete premios Goya y Tosar, esta vez sí, el de mejor actor.

En 2009, llegó el Malamadre del drama carcelario Celda 211 dirigido por Daniel Monzón. Tosar preparó el papel mentalmente durante meses con visitas a penales y físicamente con horas de gimnasio. Obtuvo su segundo goya a mejor actor protagonista.

El éxito no ha hecho que deje de ser, descubre Curiel, una “persona muy de familia que siempre mantuvo el derecho a la intimidad”.

La actriz Marta Etura y él rompieron tras más de una década y de cuatro películas juntos. Luis Tosar y María Luisa Mayol (prefiere Luisa o Lú) son pareja desde 2015. Tienen dos hijos, León, de cuatro años, y Luana, de casi uno.

Ella nació en Santiago de Chile y comenzó su carrera televisiva a los 23. Intervino en el videoclip musical y canción Hey, hey, hey de la banda chilena Los Tres. El videoclip estaba dirigido por Boris Quercia, que fue su pareja. Esa grabación fue, con todo, su último vínculo de unión y en ese mismo rodaje estaba Tosar.

Pocos saben que Luis, productor, actor de doblaje, activista en causas benéficas y participante en campañas publicitarias, comenzó su carrera artística con la música.

Tosar, que tuvo incursiones en política con el BNG y que fue uno de los grandes impulsores -aunque luego se desvinculase al entender que se había desvirtuado- de la plataforma Nunca Máis, canta, toca la guitarra acústica, la armónica, y es capaz de interpretar Suzanne Vega, Cindy Lauper, Abba y Blondie.

Eso no ha podido ocultarlo.

29 nov 2020 / 00:00
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