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María Casares, actriz universal

    Se cumple este año el centenario del nacimiento de María Casares (A Coruña, 1922-Alloue, 1996), protagonista de una sobresaliente carrera tempranamente reconocida en Francia, su patria de adopción, en donde sienten devoción por ella. Los franceses la han incorporado a su historia y transformaron a su modo el apellido, añadiéndole el acento final para mayor identificación.

    No ha sido en tiempos recientes una figura olvidada en Galicia y ocasionalmente vemos aflorar su nombre y significado; y así está ocurriendo estos días, con motivo de la puesta en escena en el Salón Teatro de Santiago de Compostela, del espectáculo Continente María, una coproducción realizada entre el Centro Dramático Galego, Ainé Producciones, A Quinta do Cuadrante y el Ayuntamiento de A Coruña, que se añade a otros actos que en su honor están previstos en los próximos meses.

    Según expresaron quienes la conocieron personalmente, la actriz hacía gala con frecuencia de sus orígenes coruñeses. No olvidó el tiempo vivido en su ciudad antes de partir para el exilio, en 1936, junto a sus padres, Santiago Casares Quiroga -entonces Ministro y Jefe de Gobierno de la II República- y su madre, Gloria Pérez Corrales.

    En París descubrió su vocación y conoció a Albert Camus (1913-1960), un hecho de enorme importancia en su vida personal y determinante en el rumbo que tomaría su trayectoria profesional. En ese sentido, hace cinco años la editorial Gallimard publicaba la correspondencia generada entre ellos, bendecida la edición por la hija del escritor, Catherine.

    Cerca de novecientas cartas y telegramas dan cuenta de la larga relación amorosa, de amistad y admiración mutua, que marcaría sus existencias y que mantuvieron a lo largo de 16 años, con alguna interrupción, finalizada abruptamente por el fatal accidente automovilístico que le costó la vida al autor teatral, novelista y dramaturgo en 1960.

    María Casares y Albert Camus coincidieron por primera vez en el domicilio del poeta Michel Leiris, un 19 de marzo de 1944 con motivo de la escenificación de la obra teatral de Picasso, El deseo atrapado por la cola, dirigida por Camus e interpretada por algunos de los amigos que frecuentaban los círculos de vanguardia. María Casares se encontraba en aquella ocasión entre el reducido grupo; habían transcurrido ocho años desde la llegada a París y por entonces iniciaba una prometedora carrera como actriz. En el verano de ese año ya interpreta el papel de Maria en “ Le Maletendu”, de Camus, en el Thèâtre des Maturins. No sería la única vez; en 1948 es Victoria en L´etat de siège, dirigida por Jean Louis Barrault; en 1949 en Les Justes es Dora, y en 1950 dio voz a las dramáticas imágenes del documental Guernica, dirigido por Alain Desnaus y Robert Hessens, a partir de un poema de Paul Eluard.

    En el film Les enfants du paradis (1944), cuyo argumento transcurre en plena ocupación alemana, sobre diálogos y escenarios del poeta Jacques Prèvert, fue Nathalie.

    Pero, primordialmente, María era una actriz de teatro que hacía cine y daba la dimensión precisa a los personajes interpretados, fuesen de autores de su tiempo o del Siglo de Oro español; enriquecidos por el magnetismo de una personalidad enraizada fuertemente en el conocimiento de las grandes obras de la literatura, de la escenografía clásica o experimental. Abordó mas de cien papeles en el teatro, todos ellos de relevancia, correspondientes a textos de Dostoieski, Merimée, Chejov, Victor Hugo, Corneille, Shakespeare, Brecht, Racine, Pirandello, Sartre, Valle Inclán, García Lorca, San Juan de la Cruz.

    Además, esa ingente virtud interpretativa que desarrollaba con total naturalidad la acompañó hasta los últimos meses de su existencia, cuando aun tuvo las fuerzas necesarias para ponerse en la piel de Celsa Gutièrrez en Les oeuvres complètes de Billy the Kid, de Michael Ondaatje, representada en el Thèâtre national de la Colline, en los comienzos de 1996. Y como muestra final de agradecimiento al país que tanto le ofreció, la actriz dejó en herencia al municipio francés de Alloue, Charente, la que fue su casa, ahora convertida en la Maison du Comèdien María Casares, un centro que da cobertura y apoyo a actividades teatrales.

    23 may 2022 / 01:00
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